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54 RELIOIONES DOMINANTES EN CHINA A la dinastía de los Soung, sucedió la de los Tsi, que duró veintidós años (479 501); vino luego la de los Leang, que vivió cincuenta y cua– tro años (502-556); tras los Leang, los Tchuang, con un año de exis– tencia (557-558); finalmente, los Sui, con veintiocho años de vida (559-617), cuyo último emperador, Vang-t' ung, conocido oficialmente con el nombre de Kung-ti, fué asesinado. Dice la historia que, habién– dosele significado que debía morir, extendió en el suelo una estera, y puesto sobre ella, invocó a Buda en estos términos: « Hacedme la gra– cia de que no renazca como miembro de una familia imperial,. Dicho esto, bebió el mortal veneno, pero, como no pereciese al pronto, los áulicos, que deseaban verle cadáver, le estrangularon. En fin, caso frecuente en China, un general enérgico vino a resta– blecer la paz del imperio. Li-che-min, que era el valeroso soldado, pro– clamó emperador a su propio padre, con el nombre de Tang-kao-tsu, que es el primero de los monarcas de la grande y célebre dinastía T'ang, cuya capital fué la actual Sian-fu, de nuestra provincia del Shensi. En 626, el emperador retiróse para acabar sus días en un palacio inde– pendiente, abdicando en favor de su hijo, que tomó el nombre de Tang-tae-tsung. Limitándonos a nuestro asunto, debemos registrar que los últimos meses del año 626, que oficialmente forman parte del reinado de Kao-tsu, el nuevo emperador tomó, en materia religiosa, importantes decisiones. Relacionado con el Budismo, uno de sus ministros, fu-i, presentóle un memorial que, en resumen, decía: «El Budismo vino del Tarim bajo una forma extraña y bárbara, a pesar de lo cual, en un principio no ofrecía peligro alguno. Mas luego, después de los empe– radores Han, se tradujeron a nuestra lengua china los libros indios de la secta. Su difusión por el país fué causa de que, poco a poco, la fide– lidad hacia el Soberano y la moral relativa a la piedad filial, degene– raran. El pueblo se afeitaba la cabeza a lo bonzo, se negaban al príncipe y a los padres de familia los honores que les son debidos, perdióse todo espíritu de obediencia y sumisión. Los bonzos hicieron creer al pueblo que Buda era el árbitro de la vida y de la muerte, de la fortuna e in– fortunio, de la riqueza y pobreza. Antes que Buda fuese conocido en China, los príncipes fueron grandes, los ministros fieles, los sacrificios ofrecíanse con regularidad. Después que se comenzó a dar culto a ese mo5 aquí en presencia de un imperio dividido en pequeiíos reinos independientes. ¡Y qué imperios! ¡Y qué emperadores! ¡Qué reinos' ¡Qué reyes! Nos parece esta la época más difícil a estudiar de la historia china. Algunos autores la pasan por alto, citando, a lo más, el nombre de las dinastías de esa época.
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