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40 RELIGIONES DOMINANTES EN CHINA los discípulos de Confucio no se resignaban al silencio; antes al contrario, emprendieron una activísima campaña abogando porque el Confucianismo fuese declarado oficialmente como religión del Estado chino. Como el Confucianismo, al decir de la prensa, contaba con más de trescientos partidarios en el seno mismo del Parlamento, el peligro para las religiones cristianas presentábase grave e inminente en extremo. los católicos, protestantes, budistas, taoístas, etc., tampoco se dormían; en las ciudades más importantes celebráronse mitins de propaganda pidiendo la libertad de cultos; los católicos y adictos a la secta protes– MA-SIAN-PEI tante, budista, etc., constituídos en distritos, formaban asam– bleás. la lucha, la guerra reli– giosa estaba entablada. A la cabeza del movimiento religioso en favor de la libertad de cultos hallábase un hombre, por muchos títulos ilustre: Ma– sian-pei. Nacido de padres fer– vientemente católicos en Tain– ton, provincia del Kian-sou, es tenido por uno de los más gran– des y fecundos literatos de la China actual, y posee a perfec– ción las principales lenguas ex– tranjeras. Durante los primeros años del reinado de Koan-siu, los desórdenes de Tong-Kio– t'ang (discordias de partidos), en Corea, dieron mucho que pensar al Gobierno chino. Ma– sian-pei, que formaba parte de la misión pacificadora enviada a la Corea por el Emperador, distinguióse como diplomático eminen– te, consiguiendo zanjar las diferencias surgidas entre los diferentes partidos, confirmando la sumisión a la madre patria de aquel estado tributario. Más tarde le encontramos en los Estados Unidos de Amé– rica negociando con los capitalistas yanquis la creación en China de varias bancas nacionales en favor del progreso de la industria, que colocasen a su Patria al nivel de las naciones más grandes del mundo, ya que las riquezas naturales de su suelo lo permiten con creces. ¡lástima grande que por entonces la China no se hallase aún

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