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FR..\IAL:RICHl DI• BEGO'.:;.-'I, O. l. :\l. CAP. ble cortesía. Será siempre cantor inspirado y 110 se despojará de aque– lla sensibilidad de poeta que le permitirá aprec:ar mejor la luz y las sombras de la vida. Sentirá siempre un caballeresco desdén por hs componendas y las vías tortuosas de la diplomacia; responderá sin tar– danza al llamamiento div:no, y la deslealtad será pm,. él el más negro de los crímenes." Ambos espíritus de pobreza y caballerosidad estamos acotumbra– dos a verlos unidos en el cuadro que representa lo que Esteban Bilbao ha lhmado "matrimonio románfco" de San Francisco con Dama Po– breza, y que ya en la. Edad ~Iedia f ué el asunto del más ingenuo de sns poemas: el Sacrutn Com1neráu111. Nuestro Lope de Vega Carpio ha dedicado también a este asunto un caballeroso y precioso rqmance, con el que Wly a terminar, no sin pedir antes no sólo admiración, sino estudio y cariño para este poeta terciario franciscano, el hijo más glorificador de su obra y de su es– píritu que ha tenido nuestro seráfico Padre San l<'rancisco: Un mancebo mercader quiso casarse en su ticrr.1. Dos casamientos le traen de dos hermosas doncellas: la Humildad llaman la una, la otra llaman la Pobreza, damas que Dios quiso tanto, que nació y murió con ellas. Habiendo sido tercera del dichoso casamiento la Castidad que profesa. Cristo viene a ser padrino, dando a Francisco por prenda del <lote sus cinco llagas, que es cuanto ganó en la tierra.