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EL FRA:NCISCAXlSMO DE LUPE DE VECA 27 ¿ HJ sentido o no Lope ele Vega la sencillez ev·trgélica de la Orden Seráfica? ¡ Cuánto franciscanismo en los versos precedentes! San Francisco ha sido calumniado por la herejía al suponerle en lu– cha con la Iglesia Romana. ¡ El, que ha dado en su v:dt y en sus reghs todas las muestras de ser el Fundador <1ue más explícitamente ha re– conocido la sujeción y olh'diencia a la Iglesia debidas! Lope lia sido fidelísimo en interpretar en este sentido cüólico la obra de San Fran– cisco. Más aún, ve en esta uniún de San Francisco con la Iglesia la garantía más sólida de que nada será capaz de rendir el esfuerzo de este sostenedor de la BasíFca de Letrán. A quien sustenta con ella (la espalda, alude a la vi– sión de Inocencio III) la Iglesia de Cristo Sant;, no hay peso que le derribe. Pero donde más ha marüfeshdo el interés que la Igles 1 a inspira a los verdaderos hijos de San Francisco es cuando introduce a San Luis, rey de Francia. en un conflicto dramático. Han hablado al rey de gue– rra en favor de la Iglesia: pero como terciario recuerda que h paz es tambiér. distintivo de la vida franciscana y duda entre la espada y la cruz pacificadora. Mas en este momento Lope, ·1pelando a la máquina, hace aparecerse a San Francisco, que dice al rey: Por que la.Iglesia defiendas; la espada, Luis, te doy. Si es necesario renunciar a las más ín611as ternuras por la Iglesia, bien sabe nuestro poeta que el idetl franciscano no vacila. He aquí cómo hace hablar a Sánta Isabel al tener que desprenderse de' su esp<;>so, Luis, . que marcha a la guerra contra su mismo emperador Federico, perse– guidor de la Iglesia: Déle (a la Iglesia) un .hijo Doña Bianca: que yo le doy un marido. · Defended, mi bien, de Dios el yugo leve y suave;

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