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16 FR. ?IIAURICIO DE llEG0ÑA, O. F. M. CAP. Pero su obra principal es el drama titulado Los terceros de San Fran– cisco, escrito en colaboración con Montalván. Es su drama mejor de los de asunto franciscano, aunque la sucesión de escenas peca de los mismos defectos que los demás. Como exposición y glorificación del movimiento que en el siglo xrn produjo San Francisco con su Orden Tercera, nada se ha producido semejante. El origen de la Orden Ter– cera, sus glorias principales, sus Patronos: San Luis y Santa Isabel, las virtudes propias de los terciarios, su amor a San Francisco, todo desfila poetizado en este drama, digno de más frecuente recuerdo. Con perlas de él entresacadas intentamos adornar el broche final, que, por ser de Lope, será de oro. Escuchemos al mismo San Francisco re– <fondear su obra con el proyecto y fundación de la Orden Tercera: Fray León: San Francisco: Cuando seglares y casados veo deseosos de vida penitente. tengo ele su remedio gran des,o. Tercera Orden es razón que intente. porque, aun estando en matrimonio santo, viYa con penitencia mucha gente. -Todos cabrán clebajo de tu manto. -A culpa venial no les obligo, que no quiero, León, ceñillos tanto. Amado mío, regla instituí para 1 0s hombres, que primera fué; con Clara la segunda comencé. tan clara estrella a las mujeres di. Agora, porque muchos conocí que, aunque casados. quieren que les dé regla para vivir en vuestra a Tercera también les admití. En qué consiste el hacerse terciario se lo vamos a oír al mismo Patrono de la Orden Tercera, San Luis, Rey de Francia. que ha– blando a su esposa dice: