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- 31 - En cuanto al método de exposición, deberá ser preferido el apologético. La apología del cristianismo ha sido hecha en todo tiempo, respondiendo siempre el método a las necesidades de la época. Los adver– sarios de la Iglesia Católica, cambian frecuentemen– de táctica y de armas. Es necesario, pues, combatir– los con armas correspondientes, más aún, con sus propias armas. A un siglo que niegan la Biblia y la Tradición, no se pueden oponer argumentos es– criturísticos y patrísticos; y a una gente idólatra de la razón, hay que hablarla, más que con el lenguaje de la autoridad, con el de la razón. Hoy día no se admiten más que los hechos, solamente los hechos, y la crítica experimental es llamada la maestra de los actuales tiempos. Por esto, se impone un nuevo método en la apología del cristianismo, mucho más cuando se debe exponer la doctrina a una juventud que en la universidad ve presentársele todas las ciencias bajo el aspecto experimental. Comiéncese, pues, por establecer los echos; y con el estudio y examen de estos hechos, póngase en la mente las primeras bases del edificio religioso. Ya Tertuliano en su Apológitico y Santo Tomás en la Suma Contra Gentiles, se inspiraron en este método. La crítica experimental se detiene ante los he– chos, los examina, los discute, los parangona, bus– ca las causas, las sigue en sus efectos y se remonta a las leyes generales. Semejante método puede apli– carse con ventaja a los Prolegómenos de la Religión, o sea a Teología Fundamental.
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