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- 15 - La enseñanza secunda.ria es el Catecismo mismo, pero gradualmente desarro– llado con mayor amplitud a los jóvenes, después de la primera Comunión hasta los dieciseis o dieciocho años. Suele llamarse Catecismo de Perse1Jerancia. Los jóvenes de uno y otro sexo están divididos en varias clases, conforme a su capacidad e instrucción. La instrucción primaria de la Religión no deja nada que desear en España, gracias al celo de los párrocos, secundados por activas y fervorosas cate– quistas. En cuanto a la instrucción o enseñanza secundaria, quizá se pudiera hacer algo más pro– vechoso..... La enseñanza superio:1· de la Religión es el Catecismo parroquial festivo. Grande y fe– cunda es, sin duda alguna, esta instrucción, tanto respecto de la persona, que lo da, como del audito– rio, que lo recibe. El párroco representa a la Iglesia en su parroquia; y cuando él desarrolla la doctrina católica con un estilo llano, lleno de unción evangé– lica, popular, semeja a un buen padre de familia que, reuniendo a sus hijos en torno suyo, los instruye, exhorta, anima, amonesta y reparte entre ellos teso– ros de verdad. Los oyentes, pues, son los adultos que ya conocen las verdades de la Religión y que, al pie de la cátedra sagrada, ter111inan de instruirse en

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