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defensa de sus religiosas y del convento contra un ataque de los musul– manes, y es copia del que existe en el Museo Provincial de Sevilla. El autor de ambas copias es José Dabrio, que debió de hacerlas por encargo de la condesa de Gavia. Ambos cuadros se terminaron en octubre de 1948. En el centro el presbiterio, elevado con seis gradas sobre el nivel de la iglesia , se encuentra el altar mayor. Es el mismo que se proyec– tó en la remodelación del año 1967. El altar es totalmente aplacado; el ara, de mármol marfil crema pulido. La base está compuesta por tres cuerpos, de mármol marfil crema pulido el centro y punzonados los dos laterales. Los ambones también son de mármol marfil crema puli– do . La sede está hecha con granito rosa porriño rematado con una moldura de granito gris abujardado. A la izqtúerda se encuentra el mausoleo de la condesa de Gavia. Inicialmente, la cámara de la sepultura, revestida de ladrillo y revo– cada con cemento, tenía encima una losa de mármol de piedra novel– da, sin ninguna inscripción. El 2 de diciembre de 1952 se inauguró solemnemente el nuevo mausoleo de la condesa. Además de las autori– dades religiosas de la provincia capuchina de Castilla, estuvieron pre– sentes los Duques de Medinaceli, la Duquesa viuda de Lerma, la infan– ta Luisa y su esposo D. Fernando, con otras personalidades. En el dorso del mausoleo se halla grabada esta inscripción: "Los Padres Capuchinos de la Provincia del Corazón de Jesús de Castilla a su insig– ne bienhechora y fundadora de este Santuario, la Excma. Sra. Dña. 1 María del Carmen Fernández de Córdoba y Pérez de Barradas, Con– desa Vda. de Gavia y Valdelagrana , Marquesa Vda. de Mudela, Ter– ciaria Franciscana. Aquí yacen sus restos mortales, esperando la resu– rrección. N. 27 de julio de 1866. M. 31 de mayo de 1949. Vivas in Domino semper". La parte superior es una pieza de alabastro en forma de ataúd con ornatos clásicos abarrocados. En 1953 se añadie- 19

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