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San Antonio, y que fue costeada por la Juventud Antoniana, se remonta a 1948. En el retablo, y sobre el camarín, hay un tríptico de pinturas al óleo sobre lienzo pegado a la pared. El cuadro central representa el milagro realizado por San Antonio para convencer a un hereje de la presencia real de Cristo en la eucaristía. La prueba consistió en que el caballo del hereje, después de estar dos días sin comer nada, a pesar de ofrecérsele una buena cantidad de cebada, prefirió doblar sus patas delanteras en actitud ele adoración ante Jesús sacramenta– do. Parece que los otros dos cuadros laterales forman una unidad con el central, ya que hay una especie de zócalo o mesa que sobresale del cuerpo central y cuyas extre1nidades continuarían en los cuadros late– rales, en donde dos grupos de personas contemplan el milagro del santo. Son pinturas al óleo sobre lienzo de los artistas Vargas Ruiz y Francisco Boira Castells del año 1955. También son pinturas al óleo sobre lienzo las que encontramos en el segundo cuerpo del retablo: a la derecha, la aparición de la Vir– gen a San Antonio y a la izquierda, San Antonio adorando a la euca– ristía. Estas dos pinturas son de los mismos autores Vargas Ruiz y Francisco Boira Castells, y se colocaron sobre los dos vanos suprimi– dos al ensanchar el central del camarín en 1954. La parte baja del retablo está ocupada, en el centro, por un cru– cifijo, que es reproducción del de San Da1nián, imagen que habló a San Francisco. El crucifijo está colocado sobre un fondo que imita tela de brocado en oro. A la derecha, un óleo sobre lienzo reproduce una escena de la vida ele Santa Isabel de Hungría, y es copia de la obra ele Murillo, llamada popularmente '"el tiñoso", del Hospital de la Caridad de Sevilla. A la izquierda, otra pintura, también óleo sobre lienzo, recuerda el milagro de Santa Clara exhibiendo la eucaristía como 18

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