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que debernos corresponder con toda füielUad-no se ha de contentar con cultiYar los ctmpos que hoy por hcy fa Divina ProvidencLt le tiene confiados. Re.:ientemente nuestro Reverendísimo Padre Ge– neral, accediendo a los deseos de la Sagrada Con– gregación de Propaganda Fíele, aceptó una nueva mi– sión en Venezuela, misión que con especial interés y con no menores esperanzas ha conliado a nuestra amad.1 Provincia de Castilla. No deja de ser esto un honor para h Provincia; pero también la impone honro– s:is obligaciones, y el fiel cumplimiento de las mismas es un mudo eficaz de corresponder con ,1nimo agradeci– do a los innumerables beneficios que Dios nuestro Se– ñor nos dispcn,,n en estas circunstancias erizadas de cli– !icultaJes. Entre t'tles beneficios hemus de contar las \·oc1cione:; ,'.un que Dios nos bendice y la asistencia es– pecial con qtte nos atiende en la angustios:1 empresa del sostenimiento de las mismas. Precisamente por esto es– tamos seguros, y así h hemos manifest~tdo a nuestro Reverendísimo Padre General, de hallar entre los reli– giosos de la Provincia, así Padres como Hermanos, los misioneros necesarios que Dios nuestru Señor pide a la Pr'-l•:incia para la nueya rnisi:m. Conocemos muy bien las necesidJ.dc.; el" la Pnn-incia y por esto sabemos el g-ran s'.1:::rifici,> que se impone; pero nrnbién s~1bemos {[lle no h:iy sacrificio generoso hecho :11 Señur que sea -estéril y que estarn JS vi\'icndo unos momentos en c;ue Dios quiere que confiemos en El y que ~ffivernos en nuestro espfritll ia fe sobrenatural. Nuestro interés por las misi01ws debe estar dotado ,d_ Ll nota de Lt unh·ersalidacl. Por esto mismo, no per– •dam')S de \'ista la desolaci<'m que ha fü,,·ado al campu 34