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tarlos en ella de suerte que se tenga como aspiración el que pued-tn dar razón cumplida de sus creencias por un con0:-imiento pleno de h, verdades religiosas. Se enga– ñarLt asimismo quien pensara que los conocimientos ele 1.1 vid'.l e.3piritu:ll, es decir, los referentes a la ascética y ah místic:i, sohmente son necesarios en países dvili– zaclos. Los mbi•Jni::ros deben aspirar a que sus subordi– n'.tdo.3 cs.:: tl~n l.J; más elevados grcLlJ,, de l'.l perfección cristia1u. Que el deseo, pues, de trabajar con fruto en el cam– po misional sea un poJeroso acicate p~tra redoblar la :.1plka,.::i(m y el amor.al e:;tudio. No basta, sin ernbar~(·o, la formación general ecle– siástica, aun cuando en d curso ordinario ele Hununi– dades, Filo.:5,>fía y Teología se dé particular irnport:i.n– cia a las asigrntur 1-; que más útiles o necesarias puedan ser para el frn.:::tu )SJ desem,)eño del sagrado ministe– rio (3 2). N J ol d Jen los Profesores y Lectores aquellos artículos del Esta 1 :uto de Misiones, en los que se reco– mienda el estudio de la lengua patria de la misión de la proph pr,J\-incia, su historia, geogr.ifía, etnografía, reli– gi(m, etc. (33). :l'Juestros misioneros del Caroní escriben insistiendo en que "Las necesidades de la :\Iisión exigen que algu– nos Padres vengan versados en Acción Católic:1., ense– ñanza del catecismo, periodismo católico, medicina ele– mental, elementos de filología científica, artes y oficios, construcción de eJifidos, etc.:" Por su parte, los Hermanos Legos procuren ad– quirir todos aquellos conocimientos prácticos de los trabajos manuales que el día de mañana les serán sumamente útiles p:u-:t enseñar en las misiones las

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