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rá de gran prestigio ante los seglares. y, atraído;-, por el buen ejemplo ele los religiosos y por el amor ele Dios, muchos ingresar,ln en ella,, (27). ... * Expongamos ya más en particular los elementos esenciales de esta prcparacicin misionera. F'ormación espirilual.-Elementu indispensable {'11 la vida de apostolado es la vida de piedad. La obra de las misiones es eminentemente subrenatural, y súlo a concliciún de que los misioneros vayan bien cimenta– dos en esta vida sobrenatural pueden prorneterse abun– dantes y perennes frutos de su apostolado. La vida inte– rior, mortificada. observante, de uni<'m con Dios, es la que más facilitará su trascendental empresa y la que mejor los sostemlrü y alentará en las dificultades y con– tratiempos inherentes a la \"ida misionera. Es la vida santa, la que da lustre a nuestras comunidades y cons– tituye la mejor recomendación para juzgar de la idonei– dad de los futuros misioneros. El medio rnüs adecuado para conseguir esta forma– ción espiritual es preciso buscarlo <'n el ejercicio de la perfecta observancia regular. Por esta razón alguien pudo muy bien decir que los mejores religiosos de la Provincia sení.n siempre buenos misioneros, los simple– mente buenos en la Provincia serán mediocres misione– ros, y los relajados y disipados serán ciertamente malos misioneros (28). 2 i