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Eucaristía creció en el S. de D. el conocimiento del mismo Dios. Su plegaria tué intensa y excelente; se unía y se abandonaba con confianza a jesús; aún más, gozaba de poder sufrir a imitación del Divino Maestro, aceptando todo como venido de la mano de Dios con imperturbable calma, siempre contento, jovial y alegre. Como lo probarán testigos bien informados, quienes harán constar las fuentes de su información. ARTICULO XIV Es verdad quo el S. de D. mantuvo un amor y una devoción verdaderamente filiales hacia la Santísima Virgen, la cual devoción fomentó, ya en los otros religiosos, ya en los seglares, no omitiendo nada, sino haciendo cuanto pudo por honrarla. Fué perseverante en el rezo del Santo Rosario, rlevoción que le producía gran consuelo y una gloria celestial. Jamás, ni siquiera en las horas más tristes de su prisión, se olvidó de su Madre del Cielo, sino que trabajó cuanto pudo por hacerla conocer y amar de los otros compañeros de dolo– roso cautiverio. Como lo probarán testigos bien informados, 4uienes harán constar las fuentes de su información. EL SIERVO DE DIOS DETENIDO ARTICULO XV Es verdad que en el mes de julio del año 1936, con la guerra civil española, se agravó más y más la persecución religiosa, desen– cadenada ya al advenimiento del régimen republicano en el año de 193 l. Durante el triste y doloroso dominio «rojo», en muchas regiones de España, turbas de revolucionarios y facinerosos ofuscados por el odio feroz al clero, incendiaban, destruían y robaban cuanto podían encontrar en los conventos y en las casas religiosas, muchas de las cuales con sus iglesias, las entregaban a la destrucción por el fuego. Esta situación se presentó especialmente grave en la ciudad de Santander, dominada por los < 1 rojos)), ya que allí imperó el régimen revoluc.ionario o comunista. El S. de D., habida cuenta de la gravedad de la situación, puso al corriente de cuanto acontecía o podía acontecer a los religiosos de la Comunidad, y de acuerdo 0011 los otros Padres, resolvió abandonar el Convento y buscar refugio en fondas y en casas de familias amigas. Como lo orobarán testigos bien informados, quienes harán constar las fuentes de su información. - 11 -

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