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62 Vicente Muñiz Rodríguez acepta el contenido significativo de «divinidad, en cuanto objeto de con– templación». Pero esta unidad germinal semántica se ve enriquecida por el uso que del término hace el Pseudo-Dionisio en sus variados contextos. Así, se amplía este significado por la unión que tiene con un conjunto de adjetivos y verbos. Por ejemplo, Ó;::Epo6oto:;, -::a.va.i,w:;, xp6qnoc;, Évo;::otóc;, por citar algunos adjetivos y ¡tc,É-z.m, O(t)pÉm, ó¡Lvém, por citar algunos verbos. Con esto se crean las constelaciones semánticas, formadas por la asocia– ción del monema &Efrr¡:; con los citados verbos y adjetivos. A esto se aña– den otros morfemas que guardan una relación de primacía con 8'1oó-cr¡c; por razón de que son las direcciones significativas hacia las que se orienta y con quienes guarda importantes contactos. Se forman, así, como cam– pos amplios de significación en los que &1o,í-i:r¡:; se mueve juntamente con otros términos. En nuestro caso, por ejemplo, d"ía.!}ó,r¡:; y r.:pó,1ota. 3. A estas ideas, entresacadas de las investigaciones semánticas no más actuales sino más útiles para nuestros propósitos, convendría añadir un conjunto de principios hermenéuticos de que se ha hecho también uso. No se trata de principios metodológicos generales que puedan en– contrarse en los manuales de hermenéutica. Se trata más bien de los princ1p10s rectores que parecen movilizar todo el pensamiento pseudo– dionisíaco y que nos pareció «encontrar objetivamente» dentro del mis– mo CD. En primer lugar, como en la base de nuestra interpretación, se en– cuentra el de la unidad entre significante o fonema y significado. O expre– sado en su dimensión estética: perfecta compenetración entre forma y contenido. En este aspecto, el modo de expresarse del Pseudo-Dionisio resulta siempre de una doble tendencia: la de acoger vastos elementos de la tradición cultural anterior (patrística, neoplatónica, estoica, mis– térica, etc.) y la de conferir a la palabra una fuerza particular preg– nante que la eleva a asumir sentidos espirituales más allá de nuestras estrechas miras humanas. Según Hornus, todo el pensamiento areopagita puede interpretarse como meditación sobre el lenguaje, en cuya raíz resi– de la fidelidad y la infidelidad, la participación y la distancia, la seme– janza y la diversificación 104 • Pero el resultado, aquí, de esta coincidencia de elementos dispares origina una «unidad única» originalmente carac– terística. Con este principio rector hermenéutico, nuestra investigación se opone a toda interpretación primordialmente diacrónica. Hasta ahora, los estu– dios sobre el CD se han fijado en el lenguaje sólo para marcar sus depen– dencias e influjos. A través de los mismos, se ha interpretado la mayoría de las veces la doctrina pseudo-aeropagita. Igualmente, en relación con la diacronía se han llevado a cabo las identificaciones del autor del CD. Lograr el sentido unitario del pensamiento pseudo-dionisíaco, desde den- 104 J. M. Hornus, 'Les recherches dionysiennes de 1955 a 1960', Revue d'Histoire et de Philosophie religieuse, cit. supra nota 53 en la p. 32 y nota 48.