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Investigación pseudo-dionisíaca actual 35 el contrario, guarda correspondencia con la inmutabilidad del Uno. «Si hay un segundo término después de El, es preciso que éste exista sin que el Uno se mueva, sin que se incline, sin que lo quiera y, en una palabra, sin ningún movimiento 44_ 4) A mayor simplicidad y unidad, mayor perfección del ser: por ello, el Uno, que es la unidad y simplicidad por esencia, es el grado supremo de perfección. La materia, en cambio, cuya estructura es múltiple por constitutivo propio, se considera como grado ínfimo del ser y principio de maldad. Nada de extraño que sistemas que ofrecen, como los neoplatónicos, comunidad de problemas, de estructura sistemática y de dialéctica, coin– cidan también en vocabulario y lenguaje expresivo. Su empleo, es verdad, no pertenece en monopolio a los neoplatónicos, pero revela el horizonte especulativo en que estos pensadores se mueven. Y a los intérpretes neo– platónicos del Pseudo-Dionisia les interesa sólo como índice del influjo lingüístico que sobre la obra dionisíaca ejercieron. Así, sobre este funda– mento lingüístico Koch y Stiglmayr basaron su teoría cronológica y deja– ron asentada la dependencia dionisíaca de Proclo. La estructura del pensamiento pseudo-dionisíaco y la dialéctica en que evoluciona es, por lo menos, en su forma externa eminentemente neo– platónica. También aquí se dan las dos grandes categorías ontológicas: la del Uno y la de lo Múltiple. Y lo Múltiple se distribuye en dos grandes jerarquías organizadas triádicamente que van desde la celeste hasta la terrestre. El Uno está por encima de todo ser: es inefable (rípp,rroc;), incog– noscible (á·íwono:;), incausado ( a.vo :h:w:;), esencial e idéntico a sí mismo (¡1óvov aireo xal ofn:m:; o:0,d¡ e imparticipable (a.¡tzíí:::z,o:;). Estos son algunos de sus atri– butos. La organización jerárquica de lo Múltiple es, en esquema, como sigue: { serafines primera jerarquía querubines tronos { dominaciones jerarquía celeste ) segunda jerarquía virtudes potestades { principados tercera jerarquía arcángeles ángeles 44 Plotin, Enn. V, 6, 6.