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30 Vicente Muñiz Rodríguez profunda por R. Devreesse 26 • La valoración que Stiglmayr hace de Severo de Antioquía está basada, según Devreesse, en las biografías de amigos y discípulos. Y pasa por alto otras biografías, como por ejemplo la de Cirilo de Escitópolis, en la que la figura de Severo de Antioquía presenta grandes sombras, ya que habría estado en conexión con los ritos de Mani y sólo por temor y conveniencia habria recibido el bautismo cris– tiano. Igualmente el fraude que falsifica la autenticidad del Areopagita sería demasiado burdo, para no haber sido descubierto en la asamblea de Constantinopla del 533. Devreesse se inclina, al perfilar sus conclusio– nes, por la tesis de Liberato de Cartago, cuando afirma que Cirilo de Alejandría empleó ya el CD contra Teodoro de Mopsuestia y Diodoro de Tarso. En 1932, Mgr. Athenagoras vuelve a defender una posición del siglo diociocho: la de Baratier. El autor del CD sería Dionisia de Alejandría. Las razones en que se apoyaría esta identificación serían las influencias de Clemente de Alejandría y Orígenes sobre el CD y los escritos IlEpi C!)!JuEmc; de Dionisia de Alejandría. Sobre todo la coincidencia de la dedica– ~ión de las dos obras a Timoteo, a quien en ambas se le denomina 1w .. Ic; 27 • En 1936, C. Pera concluye en sus investigaciones, la identificación del Pseudo-Dionisio con Basilio de Cesarea. La cronología sería entonces con– corde con la adoptada por Langen: final del siglo cuarto. Entre otras razones, C. Pera fundamenta su identificación en tres motivos: empleo común por el Pseudo-Dionisio y Basilio del término &1::oap.z(a, del término &1: :ooór.oc ; y en la concordancia entre la Epístola XXXVIII y el fragmento 641 del DN 28 • Pera ha sometido a revisión y colocado en cierta insegu– ridad un conjunto de conclusiones que se había aceptado como definitivo. Así, si, según se dice, el Pseudo-Dionisia depende del Henotikon: ¿por qué no utiliza jamás las palabras &co, or.oc ;, ó¡10oócrtoc; propias de este documen– to y, en cambio, emplea la de &iso~ó,.oc; sospechosa de nestorianismo? ¿Có– mo se explica el modo rudimentario de hablar sobre el Espíritu Santo en Basilio y en el CD, pudiendo éste haber tomado las expresiones defini– tivas de Gregario Nacianceno? 29_ E. Elorduy ha pretendido identificar la persona del Pseudo-Dionisio 26 R. Devreesse, 'Denys l'Areopagite et Sévére d'Antioche', Archives d'histoire doc– trinale et littéraire du Moyen Age 4 (1929) 159-67. 27 Mgr. Athenagoras, Ho gnesios syngrapheus ton eis Dionysion ton Areopagiten apodidimenon syggramaton (Atene 1932); Hen leiturgikon problema schetikon pros to o mega problema ton dionysiakon ergon (Alexandrie 1933); Dionysios ho megas, episko– pos Alexandreias, ho syggrapheus ton areopagetikon syggrammaton (Alexandrie 1943). 28 C. Pera, 'Denys le mystique et la teomachia', Revue des Sciences Philosophiques et Théologiques 25 (1936) 5-75. 29 Entre los términos a que acude Pera, para defender su posición, merece una pequeña aclaración el de tho,wxfo. Este término recurre en Orígenes que murió hacia el 254; en Eusebio de Cesarea,' muerto en el 399; en Quaestiones et responsiones ad Ortho– doxos, que en el siglo rv es atribuido a san Justino. También, mucho antes, Platón utiliza este término. Por ello, al ser utilizado con cierta frecuencia no parece que lhop.axia pueda conducir a conclusiones positivas. No así el término lhooóxo~ que se en– cuentra empleado solamente por Proclo de Constantinopla, muerto el 446.

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