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CAPITULO 1 LA INVESTIGACION PSEUDO-DIONISIACA ACTUAL Los estudios de investigación en torno al Pseudo-Dionisia se han des– arrollado en un proceso como de capas concéntricas: desde la periferia de la obra hasta la interioridad doctrinal del sistema. Y cada capa con– céntrica se podría caracterizar por un conjunto de cuestiones típicas. Caminando de fuera adentro, en la primera capa concéntrica, estarían situados los problemas relativos a la cronología del CD. En la segunda, los relativos a la autenticidad de su autor. En la tercera, los que proponen una interpretación del pensamiento pseudo-dionisíaco. El primer grupo de problemas y el segundo están complicados mutua– mente, porque aquí no es válido el criterio empleado en hermenéutica literaria: determinar la cronología de una obra a través de la cronología de su autor. Las afirmaciones que la tradición hace sobre el autor del CD parecen estar en pugna con la cronología que su sistema doctrinal revela. En efecto, mientras que la tradición sostiene que el autor del CD fue dis– cípulo de san Pablo, convertido al cristianismo en el Areópago y testigo de algunos de los acaecimientos cosmológicos que sucedieron a la muerte de Cristo, el pensamiento doctrinal que los escritos areopagitas mani– fiestan se encuentra muy en consonancia con el de finales del siglo quinto o primera mitad del sexto 1 . Por ello, ha de adoptarse aquí el criterio hermenéutico inverso: a través de la fijación cronológica de la obra dio– nisíaca, determinar quién fue su autor. 1. Cronología del CD. La primera mención explícita y axacta que se hace de las obras y autoridad del Pseudo-Dionisia data del 533. En un Sínodo, habido en esta fecha en Constantinopla, en el que tomaron parte ortodoxos y mono– fisitas moderados o severianos, se aludió al CD como autoridad doctrinal 1 PG III 13-46. L. Nourry condensa en estas páginas introductorias la historia, vici– situdes y argumentos en pro y en contra de la tradición areopagita del CD.