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La Tearquía, nombre de Dios 135 µs-w.~rn(J} 1 u en DN 869b. El Pseudo-Dionisio se diferencia de Platón preci– samente en esto. Las esencias, para éste último, tienen existencia eterna en cuanto «inteligibles». Así, en Rep. VI 509b. El demiurgo del Timeo, 29a se limita a organizar una materia ya preexistente. Y ni en Plotino ni en los escritos herméticos se hace mención jamás de una ,;:o:pá. 1 w1, de las primeras esencias, como productio ex nihilo sui et subiecti 285 • La Tearquía, no obstante su situación de supereminencia ontológica, guarda relaciones con las jerarquías tanto celeste como terrestre. Y estas relaciones fundamentan las leyes del proceso ascendente o descendente del universo dionisíaco. De su dialéctica. Dos leyes están en la base de toda actividad jerárquica: la de la divinización y la de la mediación. Esta última en su doble aspecto descendente y ascendente. Veámoslo con mayor detalle. La actividad jerárquica obedece en sus tres funciones de purificación, iluminación y unión con Dios a una única finalidad: la de asegurar la divinización progresiva de las jerarquías mediante la asimilación y la participación y la unión a la realidad divina. Digno de ser tenido en cuenta es que el vocablo «á:pop.o[mmc;,, en el sentido de hacerse semejante a Dios, se encuentra sólo en CH y en EH 286 • Según Roques, esto parece indicar que para el Pseudo-Dionisio no existe fuera de los cuadros jerárquicos queridos y fijados por Dios «divinización posible» 28 7. Respecto a esta ley, cuyo contenido catártico, iluminativo y perfecti– vo hemos indicado anteriormente, conviene observar que en la Tearquía se encuentra de forma plena y supereminente, ya que es a Ella a quien han de referirse las demás jerarquías en su actividad, imitándola en lo posible. Conviene igualmente observar que el Pseudo-Dionisia atribuye a cada jerarquía y en consecuencia a todos los entes de su distribución triá– dica, una sola operación. Así, dice CH: el orden jerárquico impone a unos recibir la purificación, a otros a purificar; a unos a ser iluminados y a otros iluminar, y a unos ser perfecciones y a otros perfeccionar a cada 285 El término r:apá¡w en los filósofos neoplatónicos significaba la generación ema– natísta de los órdenes jerárquicos inferiores por los superiores. En cambio, en el Pseudo– Dionisio, en los 27 pasajes que ocurre (Indices pseudo-dionysiani... !ID jamás se emplea en este sentido, sino que habla siempre de una producción o creación directa de Dios respecto del universo de las inteligencias o de los cuerpos. Así, por ejemplo, CH IV I C23 (177c) y XIII 4 Al (30Bal y en DN 592a, 648bc, 700a, 824c, etc. En el cristianismo primitivo r:apá¡w es utilizado en el sentido de «producir, crear, traer a la existencia•, según Lampe, A Patristíc Greek-Lexicon. De hecho, r:apd.T"' es también «desviar•. Y en el CD cabría la posibilidad de interpretarlo pensando en que los seres descienden del lado de Dios, indirectamente o por línea colateral: es decir, son creados. No hay que olvidar que tanto en r:póoao~ como en -;;;apd.Tw se encierra la antiquísima imagen del ca– mino y como símbolo de la conducta moral. Según ésto, la creación (r:apá'(w,1 sería una desviación, una di-versión del quehacer esencial divino que es conocerse y amarse. En este aspecto, creo que r:póooo~ unido a r:c:pd.1m clarifica en dimensión creacional, cuando se refiere a lo múltiple. 286 Indices Pseudo-dionysiani... 38. 287 R. Roques, L'univers dionysien, 92 n. 2.
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