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134 Vicente Muñiz Rodríguez mula Óit:Epripxto;;; dp;cí¡ indica idéntico serna, aunque ya dirigido en conste– lación semántica a término como ;;uxóo¡rn:; y ,iv ápp.ov [q. xai dva},o 1 tq.• 283 • Según lo indicado, anteriormente y guiados por la equivalencia se– mántica entre ,l}wpy_[a•, ,,a~tapy_[a, •Óit:Epripxw;;; dpxf¡,, el universo dionisíaco cobrarla esta panorámica: A) Tearquía: Unidad (¡wvrí:;.). Trinidad (,ptu()iCÓcrw,o:;.). Mundo creado de las sencias (-f¡ 02apy_[a iív,wv oúcr[a:; ÚiCocr-cf¡craoa). B) Jerarquía celeste: nueve coros celestes de espíritus puros ordena– dos triádicamente, según indicación hecha con anterioridad. C) Jerarquía terrestre: jerarquía legal (vop.txf¡); jerarquía eclesiástica ( ~- • ') 284 .cXXr,,ptacr,txr¡ , Dentro de esta panorámica es de alto interés la precisión del «lugar» en donde se encuentra el punto de unión entre el universo creado y la realidad divina. Nos sentimos de nuevo obligados a insistir en que todas estas laceraciones a la unidad y unidad divinas son puramente metodo– lógicas. Este lugar o punto de unión es el de la Tearquía, en cuanto «-f¡ Óit:spoúcrto;;; &zapy_[a Óieoo,f ¡crrx.oa ,iüv iív-cwv oucr[a;;; ... ,. Es decir, es creadora (óri:oo,f¡oaoa) del mundo de las sencias inteligibles o de las ideas ejempla– res, si nos atenemos a todo el conjunto especulativo que sobre la creación hace el Pseudo-Dionisio. En efecto, las esencias de que aquí habla han de ser puestas después en la existencia, cosa que indica con la fórmula «creativa ad extra» «iCpo;;; ,o slvm iCapf¡ 1 apv,. Este acto creativo es realizado por bondad. Esta dimensión de la bondad creadora en su gratitud se en– cuentra también en fórmula muy semejante en el DN 649b, atribuida a &só;;;. Aquí encontramos el verbo • ówpÉuP. Igualmente se da también el ,o Etvm a las esencias según liberalidad divina, expresada por el verbo 283 Paralelamente a Taxiarquía, la fórmula 1nrepcipy_toc, dpzf¡ es presentada en acti– vidad descendente en CH VII 4 C39-D (212cl también. Este pasaje lo hemos citado en n. 281. En CH IX 1 B12-17 nos encontramos además de ú-:-:epcipy_toc, dpzf¡ con la calificación de «dpzo-:-:otó·m e «kepoÚ:;tov» aplicados a Taxiarquía; dentro de éste como de casi todos los contextos en que ocurre «kepápy_toc, drzf¡» se encuentran términos cosmológicos del tipo euxd:;11oc,, owxo::;1u¡crtc,. Así, en el pasaje últimamente citado. Un ejemplo, unido a la fórmula Ev ápp.ovia JWt d:1ai.0 1 ia en donde también aparece e6xocr11ia es el de CH X 1 45: c<r:pO:; 1:wJ-cri~ OS ir.áÍ~t·.> dva)-.d¡w½ ~ ÚstrCSpa xr.á r:pO:;, trj; 02trdpa; ~ -r:phr¡ xcú r:pO; -e~;; -cpÍ"C"flt; ~ xa&' ~11a;; !Spap¡Ja. xa-cd -r:Ov a~-:bv njc; sUr.ó'.Ji1ou Ta~vxp1.{a~ l}s:¡110v Sv áp11ov{a zat rlval~o¡{a 1:pb½. -r:TJv &-rrácrr¡; eUxo:.1i1{a;; ó-::epcipzwv dpz~v xcú ;r;spcitrncrtv iepapx_Dcill:; dvá¡s-r:at». «...y, a su vez, después de aquella, según su capacidad, la segunda y, después de la segunda, la tercera, y después de la tercera, nuestra propia jerarquía según la misma norma divina establecida por el Principio (Ta~wpzia) de toda bella ordenación, según armonía y proporción divina, se eleva jerárquicamente hacia el Principal que trans– ciende todo principio y que es el Término de toda ordenación bella•. 284 Sólo de forma implícita, puede verse en este camino de lo «legal• a lo «ecle– siástico» un rasgo de temporalidad, referida a Cristo. Una vez establecida la jerarquía eclesiástica, ésta se presenta ya como fija e inmutable y dentro de ella ha de consi– derarse la divinización. La soteriología y la escatología, es lo más extraño del pensa– miento dionisíaco, parecen no estar presentes en el CD. Por lo menos no de forma explícita ni evidente.

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