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124 Vicente Muñiz Rodríguez en el CD una vez y no cobra este significado 253 • Sin embargo, son impor– tantes dos vocablos usados por los neoplatónicos en sus doctrinas ema– natistas: U(ftCli:Y¡Jll, ;:pciooo::;. El dualismo de principios ha sido siempre tentación en las explicacio– nes del origen del mundo y del mal. Frente a estas doctrinas, la patrística clarificó sus fórmulas cristianas referentes a la creación con la expresión ,i~ ouz iív,mv». Es decir, la producción divina se realiza «ex nihilo». Sin duda alguna, estas precisiones obedecen a una actitud frente a la proble– mática de los orígenes que va desde la creatura a Dios. No existe ningún principio material ni espiritual «del cual» Dios forme el cosmos. La crea– tura, entonces, adquiere imaginativamente el contorno y configuración de «nada». Desde «nuestra nada» se arriba a la divinidad. Este plantea– miento está lejos de los neoplatónicos y del Pseudo-Dionisio, según ha sido ya indicado anteriormente. Pero conviene recordarlo, porque incide ahora en el enfoque problemático de la creación. Para los neoplatónicos, como para el Pseudo-Dionisio, la cuestión era: si Dios es Ser Uno e Infinito ¿cómo existen los entes?, ¿cómo se origina la multiplicidad? A esto, los neoplatónicos respondían que el Ser divino se difundía dialécticamente de forma necesaria en emanaciones que a medida que se alejaban de El, se degradaban paulatinamente. Estos nuevos seres eran sustancia divina, ,0;:ci:;wcrt::;, de Dios. El Pseudo-Dionisío enfoca de esta misma manera el problema. Pero su solución ,;:pdooo::;» cobra un significado bien diverso del neoplatónico emanatista y panteísta 254 . Los seres creados participan de Dios, como las imágenes o iconos de aquello que representan. Dios está en el fondo de su ser, pero transcendiéndolo absolutamente. Y la • ll7.Ó'J– wcru;»o la fuerza que hace subsistir lo creado ha de ser siempre interpre– tada dentro del contexto general ejemplarista y creacional. 253 EP8 1093a. 254 En el tema del origen del mundo y del mal, ¿está el CD influenciado por el maniqueísmo o el gnosticismo? J. Lebreton - J. Zeiller, Histoire de L'Eglise, I L'Eglise Prímitive rn1ou et Gay 1946) 275 ss., indica cómo la creación del mundo material se atribuye en el gnosticismo a un dios inferior o demiurgo o también a ángeles y arcontes. Entre el mundo visible y el dios supremo hay intermediarios más o menos numerosos. Por medio de éstos se propaga la acción divina, degradándose hasta el mundo material. También valiéndose de esos intermediarios, el alma puede elevarse de escalón en escalón, hasta el Dios supremo. En su ascensión el alma atraviesa sucesivamente los siete círculos planetarios, diciendo la consigna a los arcontes y transfigurándose a imagen de los ángeles que encuentra en su camino. Esto nos da ya una idea de la diferencia entre CD y el maniqueísmo y agnosticismo.

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