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104 Vicente Muñiz Rodríguez tiva se encuentra en el DN en contexto trinitario y referida también a la Omnipotencia divina 192 • En cuanto las creaturas son efectos de Dios, Dios se encuentra en ellas de algún modo. Las creaturas son «iconos», «seme– janzas» de la divinidad, pero no son la divinidad misma. Por ello, puede decirse que Dios está en todo ente y no está en ninguno. De esta forma, la similitud que afirma algo positivo del Creador en la creatura se cons– tituye en diversidad infinita. Y, para que nuestros conceptos de Dios sean lo más exactos posibles, la mente humana debe seguir la vía de la nega– ción. Es decir, negar que la semejanza de la creatura en su instalación existencial pueda sin más ser atribuida a Dios. Los atributos se predican del ser, según el modo de ser que se posea. Ahora bien, el ser de Dios (&2óc;) es infinito. Por tanto los atributos que la mente humana aprehende en las creaturas debe atribuírselos a Dios de una manera eminente. Según el modo de ser infinito de Dios. Esto conduce lógicamente a conocer a Dios, en cuanto en su esencia residen las razones ejemplares o paradig– mas de las cosas que la acción creadora pasa a la existencia. Es decir, en cuanto a.h:[a.. De esta forma, la vía de la eminencia por la causalidad nos revela y nos oculta simultáneamente a Dios. Nos lo revela, cuando muestra que el ser de las creaturas de algún modo está en Dios. Nos lo oculta, cuando afirma que este modo de estar en El corresponde a su modo esencial de ser, a su causalidad, cosa que a la mente humana no le es dado captar en su misterio insondable. Así, Dios (&sóc;) es objeto gnoseológico del entendimiento humano «per cognitionem et per igno– rationem» según versión de Corderio (zal ihl p<Íl:Jzm:; ó &20:; 1 tv<Úcr;m:m, xa1 otd dpm:Jta.c;) 193 . Por un lado, Dios es conocido en todas sus creaturas, ya que éstas son su semejanza o icono y, por otro, no hay pensamiento, ni expresión ni nombre que pueda contener en sí la realidad divina en su eminencia y causalidad 194 • Este camino del hombre hacia Dios con sus luces y sombras intelectuales, su comprender el límite de su captación y su comprender sin comprender el modo de ser divino resulta que es andado gnoseológicamente. Existe, en cambio, otro camino a través de la «nesciencia» (dp(!)::;[a) mediante una unión supra-intelectual con Dios, que consigue un conocimiento divinísimo (-f¡ &,to,rhr¡ 1 vfu::;tc;) 195 • Esto es po- r::po(3si3).,¡!t2b~; x:rú 2lxf)\u1~ \2'.l'l:; zr;) Ó\lOtÚJp.rx-::rx -:tUv fhdm'i aÜ-r::o'.J 7.:aprzOsqp.ch:wv E¡_o6,:;r¡:;, é;; tO Si:Sxstva , ,,...., - ' 1 .... ' ,, .. - ' ~ ' ' e. - ~ - ' ' , -za·.rt:uw ooq> xai zata: OUV'X\t~v a·,sqtsv sv tTI 7:avtwv a7atp2ast xo:t Oí:EpOXTI xat 2v tr¡ r:avtmv actta... n «Sino que por el orden de todas las cosas, por El Mismo (Dios) prestablecido, que tiene ciertas imágenes y semejanzas de las razones ejemplares conocemos Aquel Sumo Bien y Fin de todos los bienes con método y órden, en cuanto es posible, por vía de negación, por vía de eminencia y por vía de causalidad•. 192 Así en MT 1048, o en DN 596cd. 1 193 D~ ~7.2~: «~tO Y.al E•; 1:a:1~v ó 0-sO:; ltwbJ:<S"C(Z~ xrzt zmp~:; ::á·r:un. zr:Ú Ovl r;W:12w:; ¿ f}sO.; 1i– VO.HJXE1:Clt Y.l'Zt º~ª CC¡'VUJatao;>>. «Por lo cui:~, Dios es conocido ~n,,todas_las c?sas,, divers,? y ,sep17rado (x_wpi:;)?-e ell~•· 194 Tambien en DN 872a: «xm ou,s voct,,,t, ou,c ).qs,m, ou,c ovo¡u:i'.:s-:m... » c(D1osl n1 es conocido, ni es expresado, ni nombrado•. Correspondiendo al cxa1 vó1¡:;t:; xat i,ó·¡o; ;,:al s;,:t:;– -OÍ\171" en el contexto inmediatamente anterior. 195 DN 872ab: «xal ib-nv a1i!h; r¡ !hto,ch:r¡ 1:0!:í lho:i pum; r¡ ot'd-¡vuda:; "flVUJ::lXO\lÉV"fj, xa,d u¡v ú1tSp voüv SvUJ·::itV 8-r:.av ó vo'.J~ 1:Wv Ovtur; r:dvtUJ•; d::o:1~d.; É::2t":a xal 2:a'..rt:0·; dyú::; ivw&fi taT::; ú::spraSo~v dx-cfatv ÉxaI&sv xr.Ú GxsI --cif> d·;s~sps:ná-::q; ~áfht i:"f¡~ cro-,yta; xa-r:.a},.ap.-::ó11svo,;».

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