BCCCAP00000000000000000000377
100 Vicente Muñiz Rodríguez ser, igualmente 177 . Encontramos, para el concepto verdad, la definición: «veritas es id quod est», según la versión latina que del Pseudo-Dionisia hace Corderio. Y, como el bien, la negación de la verdad es la negación del ser. La conclusión obvia de tales identificaciones (bondad=ser; ver– dad=serl es la identificación de bondad y verdad, mediante el término medio ser. Pero tal conclusión, no se encuentra explícita en el contexto de !h,ó:;, en el DN. Esto es interesante, porque la belleza lógicamente llega a la identificación con el ser, en cuanto es una denominación análoga de la bondad. Así, en este último caso, el atributo transcendental pulchrum lo es, por su identificación con el bonum y, porque éste «explícitamente» se identifica con el ens, en el DN 17s_ Al ser Dios, bondad-ser, no puede producir el mal. Ninguna causa es principio contradictorio en sí mismo. No puede en su interioridad dar cobijo a dos notas que repugnan entre sí. En Dios no hay maldad, ni posi– bilidad de producirla. Por ello, todo cuanto existe posee la armonía de las notas comunes de lo bueno. En esta armonía, la dl~&sta igual que el ,o mi,ci•, son frutos de la bondad. Aunque, a este respecto, el contexto ya no es de &sci:;, sino más bien de &só:-r¡:;. dl Poder, eternidad y nia.gnitud en el contexto de thci:;. Desde el c. VIII hasta el XII, el tratado DN ofrece los atributos verda– deros y propios de la providencia (;:pó,ota) divina, entendida en el senti– do de creación y conservación en el ser. Y en el contexto de &eó:;, el c. VIII nos presenta la explicación de los atributos de «potencia, justicia, salva– ción y redención». Con la particularidad de que al principio del capítulo se refieren a la «Verdad Divina», pero después se van distribuyendo en campos semánticos más específicos. Así, para &sci:;, queda sólo el atributo de «potencia» y los otros se enlazan más con la especulación cristológica y neotestamentaria. No obstante, se debe observar que el Pseudo-Dionisia prescinde de toda dimensión moral o soteriológica, para realizar una elu– cubración de tipo metafísico 179 . Según el Pseudo-Dionísio, a Dios (0so:;) se le atribuye el predicado Po– tencia, en cuanto contiene en sí en forma anterior y eminente toda po– tencia, universal o particular. El es la causa de toda potencia; produce todas las cosas y su poder no tiene límite ni está sometido a desmayo algu– no 1 ªº· Los entes creados en tanto causan, en cuanto reciben su «poten- 177 DN 893b: cf¡ úS (lj~~~hv~ 0v ib::, zr1.~ Y¡ -:Y¡:; d.t"r¡(h:{rz; Sz.í:1:WJt~ -:o:J Ov:o:; 2z::::w::1(:;.» «La verdad es lo que es y la negación de la verdad es la negación de lo que es•. , 178~ :='N 704b: c..lt0 i'U:Ú ":';d~r:r)·1 &:r::t 1:1}¡uihp t.fJ y.,r¡_})n. Ó-r;t -coSl r.rÚ~oÜ zrt.~ d¡ 1 :d}o~ xar:rz ¡..i;i:;a.•J a!T.{,1.v ~ClV:11 E:;,~ÉtO:~Y•. «Po~ tanto, lo Bello es la misma cosa que lo Bueno en cuanto todo ente tiende a lo Bello y a lo Bueno en la multiplicidad de sus causas; y no existe ente alguno que no participe de lo Bello y de lo Bueno•. 179 En este mismo sentido, E. Corsini, o. c., 55-56. 180 DN 890d. Todo este grupo de atributos son simplemente la explicación de las dos funciones fundamentales del BIEN. Cf. DN 716c.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz