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102 ISIDORO DE VILLAPADIERNA minac10n de la casa, oratorio, claustro y oficinas; a lo que accede el papa con bula del 4 de octubre de 1400 35 • No tenemos más noticias de este eremitorio de la Tercera Orden, no vinculado, como tampoco el de Valparaíso, a los grandes núcleos de Mellid y de Montefaro, y de características diversas. Grupo leonés-castellano Fuera ya de Galicia, hay noticias de otras casas o comuni– dades de la Tercera Orden, ubicadas en las diócesis de Astorga y de León. Los documentos pontificios que se refieren a ellas, son del rótulo de Benedicto XIII de 1403, pero se infiere que dichas comunidades existían ya en la última o últimas décadas del siglo XIV. El 13 de setiembre de 1403, con bula dirigida « a todos los dilectos hijos de la Tercera Orden de S. Francisco en los reinos de Castilla y León», el papa confirmaba la cesión y dotación del eremitorio o iglesia rural de Santo Espíritu, extramuros de Astorga, sin rector cuando el obispo astorgano la había cedido a los religiosos terciarios. La fundación es anterior a dicha fecha, ya que se afirma que « ex tune quamplures ex vobis dictum Ordinem professi in aliquibus domibus iuxta dictam ecclesiam constructis resederint » celebrando los divinos oficios 36 • Se tra– taba, pues, de la erección canónica de la comunidad, y el papa ordena que uno de los religiosos presida como ministro. El mismo día se mandaba al arcediano de Zamora que concediera a los terciarios poder retener dicha capilla eremítica extramuros de la ciudad y en el territorio de la parroquia de Santa Marta 37 • 35 J. PERARNAU ESPELT, Nuevos datos cit. 625s, 642s; en BF VII, 109 n. 322 solo se da el sumario de la bula. 36 BF VII, 324 n. 955. 37 !bid. n. 956. Probablemente se refiera a Santo Espíritu de Astorga la bula del 5 de noviembre de 1423, por la que Martín V concedía - es típico de Martín V no hacer referencias a los documentos emanados du– rante el cisma - o legalizaba la ocupación del eremitorio de Santo Es– píritu dentro del territorio de Santa María (o Santa Marta?) donado por el rector de esta iglesia a fray Juan de Salcedo. Los peticionarios, fray Juan de Villar y fray Lope de Santo Espíritu, afirmaban que los religio-

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