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VIDA COMUNITARIA DE LOS TERCIARIOS DE ESPAÑA 101 donaciones de éste y de varios bienhechores. A petición del ministro de la casa, Juan, y demás hermanos, Benedicto XIII, el 27 de febrero de 1396, encarga al « oficial compostelano» que confirme la fundación, ya autorizada por el arzobispo, la cons– trucción, las concesiones y donaciones de dicha casa, y asimismo las ordenaciones dadas por dicho arzobispo Juan García Manri– que (1382-98) 33 • La casa - no se especifica si era parroquia o tenía hospital - podría pertenecer al grupo de Mellid, aunque tuviera un ministro distinto de fray Alfonso. Todavía en Galicia, pero fuera ya de las diócesis de Mondo– ñedo y de Santiago, nos encontramos con otra comunidad: la de Valparaíso, al parecer no vinculada al grupo de Mellid y de Montefaro. Estaba situada en la diócesis de Tuy, fronteriza con Portugal, y había sido fundada por fray Juan de Esteban con bienes propios y con donaciones de bienhechores; tenía huertas y campos de hortalizas, y el oratorio o capilla estaba dedicada a la Virgen María. A petición de fray Juan y de sus compañeros, el papa romano Bonifacio IX ratificó el 21 de mayo de 1401 la fundación y construcciones conventuales y otorgó, además, el permiso para fundar y construir otra casa en honor de Santa Catalina para mujeres de la Tercera Orden, con la condición de que el lugar fuera congruo y honesto, tuviera campanario, campana, cementerio, huertos, claustro, dormitorio y otras ofi– cinas necesarias 34 • La doble fundación de Valparaíso parece ha– ber sido de tipo cenobítico-contemplativo. Otra del mismo tipo fue la de Avargia o Anargia, lugar no identificado de la archidiócesis de Santiago de Compostela. El fundador, Pablo Nicolás de Sicilia, se dirigió a Bonifacio IX - Castilla había retirado la obediencia al papa aviñonés en 1398- 1401 -, solicitando la concesión de indulgencias para quienes en la fiesta titular de la Sma. Trinidad visitaran la capilla del eremitorio, construido en un bosque, y contribuyeran a la ter- 33 BF VII, 306 n. 912. Sobre esta casa veáse: A. LóPEZ FERREIRO, Historia de la S.M. Iglesia de Santiago de Compostela VI, Santiago 1903, 168s; VII, 1905, 251-82, apéndice 167-169. 34 BF VII, 129s n. 379. Nótese la frase de Bonifacio IX: « Nos... qui huiusmodi cultum et praedicti Ordinis propagationem nostris temporibus adaugeri intensis desideriis affectamus ».