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- 14 - un substrato o una sustancia que soparte y produzca las va– riaciones)) ( r). «Pero la ley de causalidad es impotente a darnos de tal sustancia idea ninguna, ni a explicarnos su origenJJ (la ig– nota X de Kant), precisamente porque vale sólo, tratándose del pasaje de un modo de ser a otro, qe un estado a otro es– tado; no ya del paso del no ser al ser, «dal nulla ad un qualche cosaJ>. Al contrario, como el principio no se extien– de más c1ue a los fenómenos, y todo fenómeno presupone otro anterior, repugna la creación. Todo <cfieri ex nihilo)) se– ría una violación y contradicción directa del principio de cau– salidad. Así c1ue, para poderlo aplicar, nos vernos constreñi– dos a integrarlo, admitiendo «a prioril> la existencia de una sustancia eterna e indestructible» ( 2 ). 7 A nadie puede ocultarse la imperfección, la insuficien– • cia intrínseca de tal doctrina, aun en la hipótesis de c1ue fuese verdadera. Esa serie circular, cerrada, de los fenómenos (la natura– leza física), resulta ininteligible, porque el principio mismo de los fenómenos no puede tener explicación alguna. En efec– to, dicho principio habría de ser simultáneamente, y desde el mismo punto de vista, causa y efecto, antecedente y con– siguiente a sí mismo: existir y no existir, lo que es una con– tradicción palmaria. (1) 06. cit., p. 339. (2) "Suppone, dunque, una realta esistente, che e quanto dire un ,os– tratto od una sostanza, che sopporti e produca le variazioni. Ma di questa sostanza la legge della causalita e impotente a dare un'idea qualsiasi, come e impotente a spiegarne l' origine; appunto perche essa vale solo a spiegare il passaggio da uno stato ad un altro stato, da un modo di essere ad un altro modo di essere, non gia il trapasso da! non essere all'essere... La legge della causalita sare66e, anzi, direttamente violara e contradetta da un fieri ex nihilo; ond'e che, per poterla applicare, noi siamo costretti a integrarla, ammettendo ((a priori¡, che vi sia una sostanza eterna ed indestrutti6ile.l> 06. cit., p. 340.