BCCCAP00000000000000000000374

134 -«Haré lo que pueda», prometió Francisco, mientras sus dos manos al cielo elevaba. Pasado algún tiempo, de Asís en la plaza, volvieron a verse. El «hermano lobo>> temblaba de rabia. --<<Dime, Fray Francisco, ¿do fue tu palabra? ¿Se la llevó el viento? ¿No sirvió de nada? De nuevo el instinto de fiera me arrastra. Creí que los hombres eran como hermanos, pero he comprobado que a "fieras" me ganan. Hermano Francisco, sigo en ti creyendo, pero no en los hombres que odian y se matan. Me vuelvo a los montes, soy una alimaña. Vuelvo a mi guarida, donde el hambre aguarda, vuelvo a ser el lobo que destroza y mata.» --<<¡Bien!, "hermano lobo", dame tu palabra de que no harás daño a los corderitos que en el bosque pastan.» El «hermano lobo» bajó las orejas y ofreció a Francisco su peluda pata. 1934