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RAZONES NECESARIAS EN SAN BUENAVENTURA 9 Aplicando estos principios generales al dogma de la Santísima Tri– nidad, San Buenaventura propone tres tipos de argumentos para pro– bar la existencia de tres Personas en la unid2r:I de naturaleza divina: <1rgumento tomado del "libro de las creaturas'', que todas ellas se nos ofrecen como "vestigio" o "imagen" de la Trinidad Beatísima; argu– mentos tomados del "libro de la Sagrada Escritura", que es el argu– mento de "autoridaa"; argumentos tomados de\ "libro de la vida". Las, creaturas nos dan un argumento tan sólo "probable" de la existencia de la Trinidad; la Sagrada Escritura nos da argumento cierto, pero de "autoridad". Unicamente el "libro de la vida", nos ofrece razones ne-– cesarías y verdaderamente demostrativas del misterio revelado 1 4. Lo interesante aquí es observar cómo para el Seráfico Doctor en Teología no sólo tienen vigencia los argumentos de "autoridad", sino que se pueden dar verdaderas "razones" que pongan de manifiEsto la necesidad de que las cosas sean como nos lo dice la fe y no sean ele otra manera, en el sentido que vamos a explicar en seguida. 2. Uso Y CARACTERES DEL ARGUMENTO DE RAZONES NECESARIAS Tanto la doctrina general de las razones necesarias como !a apli– cación ·concreta al dogma de la Trinidad, llevaban ya muchos años de vigencia cuando San Buenaventura las empleaba en sus escritos. Para entender convenientemente al Seráfico Doctor sería preciso tener en cuen1a la historia y el ,,mbiente en que él utilizaba esta :irgumenta– ción y la historia ele la misma. - No pudiendo presentar ahora un es– tudio histórico ele la cuestión, nos contentamos con ofrecer el resulta– d0 y las conclusiones ele! mismo. f1sí pues, como resulfado de la investigación histórica podría de– cirse que entre los primeros Padres no existió un conato de penetrar científicamente el misterio de la Trinidad, si exceptuamos, tal vez, al– gunos tanteos de Orígenes. En San Agustín creemos que se encuentra ya un intento sistemático ele penetración científica en 1 el dogma y una verdadera iniciación del método que más tarde se hizo tradicional. En la Edad Media hace aparición el argumento de razones necesarias en cuanto tal, en la forma racionalista d~ Abelardo y en la forma ortodo"' xa de San Anselmo y Ricardo. En estos parte de una base mística, ger– mina en una atmósfera saturada de sentimiento religioso profundo, 14. QQ.DD . de Myst. Trinitafls, q.1.a.2, resp.;V,54b-55,

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