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El argumento de «razones necesarias» en San Buenaventura La Teología, tal como la conciben los teólogos clásicos, no sólo tie– ne la función científica de deducir nuevas verdadc;, de los principios de la fe, sino que, como sabiduría o ciencia suprema, vuelve sobre sus propios principios para probarlos y defenderlos. Los principios de ia Teología son las verdades fundamentales de la fe que los Escolásti– cos llamaban• "artículos" y que consideraban virtualmente enunciados en el Símbolo. Así pues, la Teología puede probar sus principios, los artículos de la fe. En primer lugar -con argumento apoctíc1tico- por la autoridad de Dios. - Por la luz de la razón puede probar los mis– terios negativamente, defendiendo su no-repugnancia y también po– sitivamente por medio de analogías tomadas de las cosas creadas. Es– tas analogías, cuando se trata de misterios propiamente tales, -como el misterio de la Santísima Trinidad-, sólo tienen valor suasivo y de conveniencia. Esta doctrina es admitida, en sus líneas generales, por todos los teólogos. Pero San Buenaventura -con la Esieuela teológica que él represen.ta - afirma que, además del argumen:ro de simple autoridad y de conveniencia, es posible señalar verdaderas "razones" para pro– bar la existencia de las verdades de la fe y en concreto el misterio de la Santísima Trinidad. Es este un aspecto notable y característico de la metodología teo– lógica de San Buenaventura: la intención que manifies,ta de dar rozo;.. nes necesarias para probar la existencia de tres Personas en Dios. En el presente estudio quisiéramos poner de manifiesto el verdade– ro pensamiento del Seráfico Doctor en este punto. Al mismo tiempo haremos lo posible para legitimar y explicar sus afirmaciones dentro de otros principios más fundamentales y del contexto general del sis– tema teológico bonaventuriano.-No obstante no abarcaremos, por aho– ra, todo el tema: estudiaremos únicamente la doctrina general de San Buenaventura sobre el particular, dejando para otra ocasión el expo- BITl.lDIOS FRANCISCANOS, 53 (1962) 5-44,