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RAZONES NECESARIAS EN SAN BUENAVENTURA 43 CONCLUSIÓN Podemos ya resumir las ideas propuestas a lo largo de nuestro tra– bajo. Siguiendo una amplia corriente del pensamiento medieval S1n Buenaventura habla de "razones necesarias" para probar el misterio de la Trinidad. Bajo diversas formas la expresión se encuentra varias veces en sus obras y está en perfecta correspondencia con su metodo– logía teológica general. Para determinar bien la naturaleza de tales ''razones" hubimos de insistir en su carácter de argumentos "teológi– ccs", que suponen con toda claridad la revelación. Su naturaleza que– dó ulteriormente aclarada al presentar las "razones necesarias", en primer lugar como una "hipótesis teológica" que intenta dar razón de la existenc:a del misterio; y luego como argumento "ontológico" de características correspondientes en el tratado "de Trinitate", a las que en Teodicea tiene el famoso argumento anselmiano. Pasamos en seguida a determinar el valor probativo que en concreto atribuye San Buenaventura a sus razones necesarias: valor positivo, aunque tienen únicamente una evidencia virtual, potencial, en modo alguno actual. También la naturaleza afectiva de la Teología bonaventuriana en 5 c– neral, nos sirvió para aclarar la necesidad de tales razones, al descu– brir que dicha necesidad era, hasta cierto punto, un "necesidad afec– tiva", como lo es siempre toda la seguridad y certeza que en Teologí;i es posible lograr, según el pensamiento bonaventuriano. Como fundamento sistemático más inmediato ele las razoaes nece– sarias poníamos la teorí.'.l (común a toda la Escueta Franciscana) de la ordenación natural a fin sobrenatural. Y como se trata de un tema tan ct:fícil y expuesto a interpretaciones menos rectas, se hacía necesaria una más amplia exposición y aclaración del pensamiento de nuestro Autor. Y así se hizo, en la medida que se exige para el caso, donde no se podía hacer un estudio monográfico y completo sobre el asunto. Por lo demás, el tema tratado ele las razones necesarias en San Buenaventura, si se ha logrado exponerlo acertadamente, tiene impor– tancia, en primer término, para ilustrar un aspecto interesante de la me– todología teológica ele! Doctor Seráfico y para la metodología teológi– ca bonaventuriana en general. Además, ya se ve claro que la teoría ele las razones necesarias van implicadas otras teorías básicas del pensa-