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RAZONES NECESARIAS EN SAN BUENAVENTURA 29 Trinidad no sucede así: permanece inaccesible, a toda demostración positiva, aún después de revelado. Esta proposición es calificada por Galtier como teológicamente cierta 48 • Lo único que puede hacer nues– tra razón es expresar el misterio o aprenderlo en conceptos analógicos, dar argumentos suasivos y de conveniencia, defender "negativamente" su posibilidad contra los impugnadores. Las razones alegadas en favor de esta tesis son: a) se excluye to– da argumentación a poslCríori, o por los efectos, pues ninguna creatu– ra es efecto de la Trinidad en cuanto tal, sino de la naturaleza divi– na una. Admitida la Trinidad tienen explicación más profunda algunas de las propiedades de los seres creados; pero esto sólo arguye la posi– bilidad de encontrar conveniencias, n 1 0 verdaderas razones probativas del misterio; b) tampoco hay argumento a priori (o quasi a priori), pues la infinidad o cualquier otro atributo divino podemos verlo como per– fectísimo sin que veamos las procesiones, relaciones y personas. Y por otra parte, nunca veríamos con claridad que la distinción denfro de la vida íntima de Dios no se opone a la omnímoda simplicidad divina. Como adv:ersarios de esta doctrina se citan Abelardo, Ricardo lle San Víctor, Raimundo Lulio y los semirracionalistas del siglo XIX. - Ya se comprende que San Buenaventura no tenga ninguna relación con estos últimos, ni con Abelardo. Sin embargo, nuestro Autor cita y aprueba las mismas razones por las que Ricardo es tachado, al menos como poco acertado en el modo de expresarse. ¿Admite el Seráfico Doctor que sus razonamientos teológicos ten– gan algún valor "positivo" para demostrar la existencia del misterio de la Trinidad, al menos (y únicamente) después de. la revelación? Lo que hemos dicho acerca de la naturaleza de la argumentación teológica en San Buenaventura, nos predispone ya para interpretar su pensamiento a favor de la posibilidad de dar argumentos positivos 'ltl misterio, puesto que habla de poder ofrecer razones demostrativas de los principios de la fe. Igualmente, al recorrer los textos donicte se ha– bla de las razones necesarias, el lector habrá podido apreciar que San Buenaventura quiere llegar a dar verdaderas "pruebas" de la existen– cia de la Trinidad. Efectivamente, San Buenaventura llama a este argumento ratio os– tensi¡,a, y ratio necessitatis contraponién'dolas a otras razones que allí mismo aduce como simples "congruencias" -rallo, congruitatis-, o 48. GALTil!R, De SS. Trinitate, in se et in nobis, Paris,1933,p.130.

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