BCCCAP00000000000000000000373

22 P. ALEJANDRO DE VILLALMONTE brotando de la virtualidad ontológica y cognoscitiva de la razón de Deidad. Los datos de la fe, los "artículos", son a manera de conclusiones de la ciencia divina que Dios imprime gratuitamente en nuestra mente. Dios, conociéndose a sí mismo bajo la razón de Deidad, -en nuestro modo de expresarnos- "deduce" las verdades sobrenaturales que lue– go nos revela. Por ser capaces de la fe somos ya radicalmen1:: capa– ces de conocer a Dios también bajo la razón de Deidad, como El se co– noce a si mismo. Por consiguiente, si logramos, de alguna manera cap-· tar la ratio Deitatis, los artículos de la fe serán para nosotros, como lo son para la ciencia divina, a modo de conclusiones: tendremos sobre ellos verdadera ciencia. - San Buenaventura juzga legítimo este in– tento de conocer como a priori, los artículos de la fe. Es un pensador cristiano que está e.levado y guiado por la fe. [a ratio Deitatis, en cuanto es principio del conocer, la llama el Se– ráfico Doctor "Idea" y por eso conocer en la razón de Deidad es cono– cer, como Dios, en las razones eternas. Esto es lo que quiere significar nuestro Autor cuando busca la razón de la existencia de la Trinidad a tr;ivés de las condiciones "nobles" del Ser divino, que son las perfec– ciones puras tal como se verifican de un modo infinitamente perfecto en Dios. 5. - LAS RAZONES NECESARIAS COMO HIPÓTESIS TEOLÓGICA Al identificarse las razones eternas con la razón de Deidad, se si– gue que de cualquier perfección pura en Dios, o de cualquier condición noble del Ser divino, se podría concluir a la existencia de la Trinidad, lo mismo que se induce de la razón de Deidad. - Efectivamente, de toda condioión n'oble del Ser divino se sigue que Dios es Trino en personas. Siendo así ¿qué valor tiene el re~urrir a determinadas propiedades del Ser divino como la bondad, primidad etc... , y decir que de :ellas se Eigue la Trinidad de personas en Dios? Lo mismo podría decirse de cualquier perfección pura aplicada a Dios, con lo cual parece quedar desvirtuado el valor probativo de los medios mencionados. - El inge– nio del teólogo está en tal acaso, en proponer la hipótesis teológica que mejor explique los hechos. Como una pecularidad del método teológico bonaventuriano seña– la el Padre Bonnefoy el uso de la síntesis a priori como instrumento de