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16 P • A L E J A N D R O D E V I L L A L M O N T E son categorías relativas al modo de actuar en nosotros. Nos iluminan de dos maneras: P.Or la luz inna.ta de nuesha inteligencia y por la .uz infusa de la fe. La argumentación· por razones necesar¡as, que nosotros utilizamos, resulta del concurso de estas dos luces. Efectivamente, la luz natural ya nos dice que de Dios hay que sentir "!)iadosamente" y "altamente"; pero tener estos sentimientos de Dios de modo que de ellos se vea brotar la necesidad de una difusión divina eterna y con– sustancial, sentir de la P.iedad y grandeza divinas precisamente de es– te modo, esto no lo puede dictar la sola luz natural sin ayuda de La luz znfusa. El argumento que resulta, P.UeS;, del concurso de la razón y de la fe, es argumento teológico 31 • No basta el concepto !)Uramente natural de Dios como Ser P.iadosísimo y altísimo !)ara concluir que ha de ha– ber en El Trinidad de {}ersonas: se precisa que la virtualidad d.: es– tos conceptos se desarrolle bajo la luz de ia fe. No basta contemplar– los en la "analogía del ser" -que sería necesariamente insuficiente– se P.recisa la "analogía de la fe", que aunque no SUJ)lanta, sí ha de completar necesariamente a la primera. En todo este J)roceso no supo– ne tan sólo la fe, sino que ella misma e.s la guia del investigador del misterio de la Trinidad. Ni en su punto de partida ni en el !)roceso, de la argumentación deja de asistirnos constantemente Ia luz de la fe. El Breviloquio, como hemos visto, ofrece una argumentación del to– do similar a la de las cuestiones sobre la Trinidad. Corresponde la misma claridad en señalar su carácter i'eológico. Buscando el por qué del misterio dice San Buenaventura: "la razón de esta verdad es que, siendo la fe el principio del culto debido a Dios y el fundamen.to de aquella doctrina que es conforme a la piedad, dicta que de Dios se de– be sentir alta y J)iadosamente" y ror tanto que quiere y puede difun– dirse en Trinidad. Y este sentimiento que la fe nos insrira sobre Dios está en la Sagrada Escritura, que es doctrina según la piedad 32 • - Pa– ra este texto del BreviloquiO podríamos aducir también la índole emi– nentemente teológica del libro: es un comJ)endio de las verdades de la Sagrada Escritura, explicadas con razonamientos breves "verdadera teología que todo lo es¡tudia desde Dios, s,egún D.ios y J)ara Dios'' 38 • En el Itinerario se J)arte del "bien" como el nombre más perfecto de Dios. Pero este punto de partida nos es dado -según San Buena- 31. QQ.DD . de myst,r. Trinitatis, q,l,a.2,resp.; cfr. nt. 23. 32. Cfr. texto en nt. 20. 33. Brev., prolg., 6; V,208b.
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