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12 p . ALEJANDRO D E VILLALMONTE divina, le permite ver que Dios no puede menos de ser trino en Perso– nas: que el Dios Padre quiere y puede comunicarse plenamente en el Verbo y en' el Espíritu Santo 20 • En las Cuestiones Disputadas sobre el misterio de la Trinidad se nos ofrece el argumento bajo la metáfora de un libro: el "libro de la vida", en que podemos leer con absoluta certeza el testimonio escrito a favor de la existencia de la Trinidad de personas en Dios 21 • - Co– wicer las cosas en el "libro de la Vida", es lo mismo que conocer las cosas en1 el Verbo, conocer las cosas en las razones eternas, conocer las cosas en las razones necesarias. Claro es que este conocimiento en el Verbo, en las razones necesarias, lo verificamos en el modo :mper– fecto en que es posible a un viador, aunque tenga participación de la Verdad divina por la fe 22 • También aquí aparece bien clara la in 1 spiración religiosa del argu • mento. Los dos polos entre los que se mueve todo el complejo de los sentimientos religiosos son el amor y el remor, expresados por San Buenaventura en las fórmulas sentir de Dios "piadosamente" y "alta– mente". Combinando las exigencias de la "piedad" y de la "majesfacl" llegamos a un sentimiento religioso-sobrenarura:l de Dios, de tal índo– dole que nos hace inteligible el hecho y la necesidad de que haya difu– siones personales en la vida íntima de Dios según afirma la fe 22 • En este pasaje, lo mismo que en el anterior del Breviloquio, se quiere expli– car -con la argumentación aducida- tanto el hecho de las pcocesio– nes divinas como el número ternario de las Personas. El modo de proponer el argumen¡to en el Itinerario coincide, sustan- 20. «Ratio autem huius veritatis haec est: quia fides, cum sit principium cultus Dei et fun– damentum eius quae secundum pietatem est doctrinae, dictnt de Deo esse sentlendm altissime et piissime. Non autem sentiret altissime, si non crederet, quod Deus posset 1,e snmme cummu– nicare; non sentiret piissime, si crederet, quod posset et nolet; et ideo, ut altissime et piissime sentiat, dicit, Deum se summe cummnicare, aeternaliter habendo dilectum et condilectum, ac per hoc Deum unum et trinum». Brev., P. I,cap.2; V,211b. 21. Este <libro de la vida• da un «testimonio eficasíslmo•, •irrefragable»: QQ.DD.de myst. Trin., q.t,a.2,resp.: V,64b,55b. 22. Sobre la equivalencia de estas fórmulas cfr. IV S.,d.23,a.2,q.2; IV, 896-897; Brev.. P. !, cap. 8; V,216b, 23. ,unicuique dictat propria ratio, quod de primo principio sentiendum est altissime et pi– issime: altissime: quia a nullo; piissime, quia cetera ab ipso... Quod autem Deus possit et vetit sibi producere coaequalem et consubstantialem, ut aeternalem habeat dilectum et conditectum; et quod hoc quidem de ipso Deo sentire sit sentire altissime et p!issime-quia, si sentitur; quod non possit, non sentitur de Deo attissime; si sentitnr quod possit et non velit, non sentitur de Deo piissime- quod, inquam, ita sit et ita sentiatur, hoc'non dictat turnen inditum per se, Eed lumen infusum, ex qno cum lumine indito colligitur, quod de Deo sentiendnm est, quod generet et spiret sibi coaqualem et consubstantiatem, ut sentiatur de Deo attissime et piissime». QQ. DD. de myst. Trir:zit., q. 1,a.2,resp.; V,55b-56.

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