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REFORMA DE LAS CLARISAS DE CATALUÑA 15 de estatutos anteriores mucho más benignos, y aprobados tam– bién por visitadores apostólicos. Acudieron a Alejandro VI para exponerle que el monasterio había sido visitado por fray Tomás Alzina y habían recibido del mismo varias ordenaciones, espe– cialmente la referente al vestido, por la que se les permitía vestir escapulario negro hasta los pies y una túnica « longitudinis ab anteriori usque ad terram, et a posteriori partibus aliquantulum ultra». Alejandro VI condescendió benignamente con estas peti– ciones, y con la bula A.d apostolicae dignitatis (1501 septiem– bre 18), confirmó las antiguas costumbres del monasterio y los estatutos de Tomás Alzina 23 , Esta intervención asestaba indi– rectamente un rudo golpe a la reforma imperada por los Reyes, que se aprestaron a mantener la obsEU'vancia restablecida por sus visitadores y llevada adelante, sobre todo, por fray Miguel Fenals y por los observantes. En esta situación, y empeñadas en no doblegarse, surgió entre las religiosas la idea de abandonar la regla franciscana y la obediencia de los franciscanos y pasarse a la familia benedictina, cuyo hábito de hecho vestían desde prin– cipio del siglo XV, y a la obediencia de los abades de Montserrat. Este suceso, impreciso en los cronistas franciscanos, está per– fectamente documentado, al menos en sus resultados; consta efec– tivamente que en 1513 fué autorizado este cambio de regla y obediencia, y en ese mismo año se registran actos jurisdiccionales de los abades de Montserrat 24 • 2. - Santa María de Pedralbes, Barcelona Ante e e dentes de reforma. - El origen y desenvol– vimiento de este monasterio está perfectamente esclarecido por segura documentación 25 y gracias, sobre todo, a la monografía que sor Angeles Anzizu, religiosa del mismo monasterio, escribió con buen dominio crítico a base de documentación de primera mano 26 • Pedralbes fué erigido en 1326 por Juan XXII bajo la regla de Urbano IV, y así no vivió nunca la incertidunbre de la primera etapa legislativa, ni tampoco los momentos heroicos de la vida en absoluta pobreza, sin posesiones; aunque éstas no fueron la única causa de las tremendas irregularidades a que llegó este monasterio. La fundación material del mismo fué costeada con regia munificencia por la reina Elisenda de Moneada, mujer de Jaime II, y desde entonces, esta poderosa ·familia catalana hizo del mismo un poderoso feudo religioso; de esta circunstancia de- '" ASVat., Reg.Lat.1114 f.203v-204. 24 P. VINYOLAS TORRES, Santa Inés Peranda, 39. 25 C. RUBERT, Dos diplomas de Jaime II de Aragón referentes al monasterio de Pedralbes, en Arch.Ib.Amer. 26(1926) 375-387; F. FrTA, art.cit., 481-487. 26 Eularia ANZIZU, O.S.C., Fulles historiques del real monestir de santa Ma– ría de Pedralbes, Barcelona 1897.

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