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200 ES'JTDios BÍEucos.~-Teúfilo de Orhi:;o, O. F. 1I., Cap. amplio y ;',pacio,,o, era limitado, y parte de fl o;:upado ya por otros ob– jeto:;, como el mnare aeneum)) y los 10 rc-.:ipi:'.riie:; mef1on:S (o luteres), y cinla,r:en,e ifüufic:ientc para tantas víctimas, inmoladas s:,gún d compli– cado ritual mo"aico, aunqu<é se distribuyan en los siete días de la Üt'sla de la Dcdi:·ación, y se añadan lo·s otros siete que inmediatamente siguieron de la fws,a ele los Taber,1áculus. Es vaú1cl que se congregú para·la fí:,sta una grande multitud ele todo brad (<ab introitn Emath usque ad torrentem Ae– gypLíi, y que muchos habrían contrilmí<lo, ofLcÍemlo sus animales para d sacr:fí.:io: rna,; con todo paree: que la cifra supera la verosimilitud, pues aun tlatúnclo::e ele un pueblo agrícola y ganadero como el isradita, e¿a cifra suponJría h1 G12i totalidad de su riqueza p.'cnaria, sicmlo un pueblo peque– ño, o por lo menos un rrnlo golp,' a la misma, que no obstante se clebía c:m– servar para los muchos sacrJicios que prescribía la Ley; ademú;; ck lo;; vo– luntarios, y p::ra lo;; u.sos domésticos. El sacrificio m{ts solenrne por ,d nú– mero de la~ víctimas, que pre;;cribía la Ley cfo }Ioisés, era el ele la fiesta de los Tabernáculos; y no pasaba de 13 terneros, dos carneros y 14 cordcrz)s de un año, y el número de los Lrncros, corno que era lo mús co:,toso, ::e rediría carla día c:c una unidad, hasta llegar a ser siete el clfa séptimo ele la fie<-:ta, y uno é,olo el día octavo (,fr. Núm. 29, 12-38). Un expositor católi– co cld Libro el:' Jn~ R:::ycs dicr, com:·nta ·do l'l r,asaje que estuc1iamos: ((Los números son exagerac:u, ... Aun aclndit'ndo qne les sac,'rclutcs y levitas tra– bajasen dore horas continuas por día, habrían tcnilfo qne inmolar cada hora 262 bueyes y 1.430 ovejas» (9). Op'namos, pues, que el número en cuesti(m es un •kodo plúc.;tico de t~X– prc•:ar la solemnidad extraordinaria de aqu:,l sacrificio, en el que s:' inmo– laron gran multitud de víctima~. Qn:z.í con l'Se número de.Prminado y tan efovado. no qui,era decirse o:ra C8S'.l que lo dicho ,,n el misn,o cap. (I. Re. 8,5; 2 Par. 5,6): que Salomón y toclo el pueblo ,,n el traslado del Arca ele la Ciudad d,· David al Santísiwo dd T,L:rnplo, (<Írnmolalnnt oves et boves absque 'ttc'si:imationc et numero>): es decir, muchas, muchíecirna~, r'n gran número; y el 2 Par. comenta: ((tanta enim erat multitudo vidirnarumn. D,'l rni,mo modo se han de entender otros números, cier'.amente exage– rados, si : 0 e toman a fa letra; corno el millón de etíopes que 1 al mando de Zara su rey, lucha contra A:ia, r. y de ,Íudá, eI cual, a su V'.'Z, con 600.000 hombres lv oponr resi:;tencia (2 Par. 14,8 ,-:i.). Quien piense en el modo ele hacer la guerra antiguarnenh', iodo l'l ejército con su jefe va a un punto determinado •,'11 ,t.r'que ~'l' da la batalla, no sobre un frente extc·nso, o Pn va- (9) A. S.\:,;rH: J)ic FJücl:,r dn l,ii1;i:;e. :\Iunslur in \Y., Hlll. p,,g. 2as.