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L<1 EXÉGESIS BÍBLICA 195 de hecho:;, ::;ino que hay una idea que guía y pn:side la exposición, llena de vida y color;Jo. El autor de lo,; Anale::; tiene concienc~a de ,;u misión histórica y de su responsabilidad de historiador que per.,:igue la verdad objdiva, y por eso cita docume.lto'-' de varia índole, comprobativos de los hechos que narra. Todo 6to es incLcio de verdacLra histona. Seaµ estos Anales heteos anteriores o posteriores a la historia bíbfü·a (7), no.; dicen que ya al tiempo d,e escribirse el Pentakuco, y mucho más al c,scribirse los otros libros lútóricos del Antiguo Testamento, ex::stía la preocupacióµ histórica, y era posible escribir _la verdadera hb,toria, que propone la rea– lidad obj,,tíva d,· los hecho:;, si bien acomodada a los tiempos en cuanto a la forma. Esta conclus:ón es de gran impor,ancia por la autoúlad y confianza que concilia a la historia bíblica, aun bajo el aspe'.:to humano. No hay que olviuar qu:• lo que nos ofr2cen los h,·teos son sólo Anales <le un rey, y hem,n carácteJ.1 oficial; mientras la Biblia contiene la historia de un pueblo privikg·aclo durante los 1r:uch0:; <le su existencia: la historia bíblica no <lebe su or:gen a mandatos ele reyes o ;;acerdote:;, qu:, la harían interesada y parcial; no adula hipó::ritarr..cnt{; a los reyes, aptes descubre y reprn,:ba su,; vicios morales o :ilb desaciertos políticos. Los aulorc•;; bíblicos no :.;icnten Egaclos por algún encargo ólicial que compro– meté1 su imparc:aliclatl; ~,e si,·ntcn más bien soberanamente libres, y se muestran únicamente preocupados de la v;;nlacl histórica. Esta superiori– dad de la historia bíblica ~obre, la hetea se mueslra tamlién Pn la forma· ele la exposición, que más viva y natural, más concreta y ele mayor profundidad psicológica. ((Ya la;.; más anEguas narraciones del Génesis -dice BEA (loe. cit.)--n,uestran una notable fineza de observación ps'co– lógica, una subordinación a una grande idea, y, en general, una fluidez y viveza de exposición que no encuentran en los textos heteos. Tod0 cons:derado, hay que concluir qu¡, la historia bíbl'ca en cuanto a su pro– pi•,·uad y perfección, y aun por su antigüedad, ocupa un puesto a se y eminente en todo (•l mundo oriental antiguo.n 2." Lri Cróm:,1a de Gacld...-.Otro documento que se refiere a hecho:; · más r:·ci,;nte,;, y que ha apurtado luz a las postrimerías del reino de Judá, es la Crórúa de Gadd, crónica babilonia desculúrta por C. J. GADD entre los documento:-: d,·l British Muscum y publicada por él mismo el 1923 (8). (7) Afirman la priorida,l de {,sta · E. ;\.lEYER. Geschichte des Alteriums, I (191:J), 227; 1I 1 2 (19:H). 285; y_\_ BEA: «Bíblica,,, 25 (19.J.i). 250-253. (8) C. J. (;ADD · Tite Fall uf Niniw; the newly disrnvered Babylonian Chro- 11icle, London, 1923.