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17 VICISITUDES DE UNA PROYECTADA VERSION CASTELLANA... 151 la traducción que había:n emprendido hacer de todas las obras del Santo, según la edi– ciO'Il de Mádrid del año 1599, que sol'.cita rc:imprimir Dn. BartoJome de Ulloa, mercader de libros en esta Corte, en dos columnas, la primera en latín y la segunda en castellano. Y advierte el Consejo en su orden por la relación que ha. hecho Ulloa que los Religiosos capuchinos hallan bastante dificultad en continuar su traducción de las obras del Santo, considerando ser poco út:ies para la enseñanza pública los veinte libros de las Etimolo– gías y dos de diferencias, por estar en el eta las mate1ias que se trata en estos libros mas adelantadas y en método más claro; y que el más acertado es hacer una reimpresión de las obras de Sn. Isidoro arreglada en todo a la citada edición del año 1599, que es la más castigada y correcta de quantas se han hecho, poniendo las notas y crítica que convengan al cuidado y dirección de los mismos Relig:osos, añadiéndose los tratados iné– ditos que se hallen del mismo Santo, traduciéndose e imprimiéndose separadamente al– gunas partes de Historia y Mística. Y sobre todo previene el Consejo diga la Academia su parecer. Y para podel'lo executar sin perjuicio de las tareas de su instituto, ha cometido la Academia el examen de 1 los phegos traducidos a un individuo suyo, quien, teniendo pre– s2nte las advertencias hechas por el Consejo, ha executado el Informe s'.guiente: Ex.mo Sor: En cumplimiento de la orden de V. E. he visto los dos pUegos de las obras de Sn. Isidoro impresos en latín y en castellano, que el Consejo ha rem:tido a la Academia para que reconozca si está bien hecha la traducción, y al mismo tiempo diga si le parece conveniente que se continue, y se publiquen todas las obras del Santo en latín y en castellano, o si será mejor que se haga una edición del texto latino sólo, arre– glada a la que se hizo en Madrid el año 1599 de orden del Sr. Dn. Fel'.pe II. La traducción que hasta aquí se ha hecho es muy defectuosa, pues en solos dos plie– gos hay varios pasages tan mal traducidos, que desfiguran enteramente el original En el cap. 1 del lib. 1 al principio dice el orig;rial : Disciplina a discendo nomen accepit, lo que se traduce die esta suerte: «La disciplina se deriva del verbo latino disco» ; debiendo traducirse: «La palabra o voz d'iscipEna se deriba del verbo latino disco», porque las palabras o voces son las que se derivan unas de otras y no las cosas significadas por ellas. Este mismo párrafo concluie en el original : Aliter dicta disciplina, quia discitur plena; lo que se traduce ast: «De otro modo Ja disciplina se llama, porque discitur plena)). EJsto quiere decir que la d:sciplina tiene otro nombre, lo que es falso y no dice el ori– ginal, que debió traducirse: «Dícese también o llámase también disciplina» (1). En el cap. 3 num. 3 dice la traduccíon: «La~ letras la-tinas y griegas parece que tubieronJ su, origen de los Hebreos, y así entre ellos primero se halló esta dicción A.lpha, que es lo mismo que la A entre los latinos» (2'. En esta claúsula hay dos errores, el primero atr:– buir la letra Alpha al alfabeto, Hebreo, siendo solo del griego; el segunda, llamar diccion a una letra. Nada de esto se halla en el original, que dice: Litterae latinae et graecae ab Hebraeis videntur exortae; apud illos enim prius dictum est Aleph, deinde ex simili enuntiatiolie apud Graecos tractum est Alpha, ídem apud · Latinos A. En el numero 5 de este mismo capítulo, llevando el Santo la opinión de que Pitágoras inventó la Y griega para simbolizar en ella fa vida humana, representando en los dos ramos de que se forma el camino del v1cio y la Virtud, dice: Cuius dextera pars ardua est, sed ad beatam l. Transcrib'.mos la versión moderna ya citada de Luis Cortés y Góngora publicada por la BAO pa,ra que el lector pueda comparar las diversas interpretaciones de los textos censurados. «La palabra disciplina viene del latín, a disczndo... Por otra parte, se dice disciplina, porque se aprende llena o total, discitur plena». 2. Luis CoRTts GoNGORA, lug. cit., p. 7, n. 4: «Las letras latinas y griegas parecen tener su origen del hebreo. Pues entre éstos, la primera letra es aleph; después, po,r una pronunciación semejante, entre los griegos es alpha, y de a.quí, entre los latinos la primera letra es a».

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