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9 VICISITUDES DE UNA PROYECTADA VERSION CASTELLANA... 143 He aquí la síntesis del informe que después publicaremos integralmente en el apéndice documental. Después de recapitular en el preámbulo las vicisitudes del proyecto, se reproduce literalmente la exposición del censor, en la que se responde por separado a las tres preguntas formuladas por el Consejo. A) Ante todo se demuestra que la traducción de los dos ,pliegos, objeto del examen, es muy defectuosa. Se copian y analizan algunos párrafos y después de con– frontarlos con el texto latino se concluye que efectivamente no sólo no reflejan el auténtico pensamiento isidoriano, síno que lo desfiguran y adulteran 22 • B) Efi segundo lugar, se asegura que aún admitiendo que los traductores, aleccionados por esta primera experiencia, evitarán en lo su– cesivo los defectos denunciados y presentarán una traducción bien lograda, ésta sería inútil para el público culto español. Y esta conclusión algún tanto atrevida y ya apuntada por los mismos traductores en la segunda solicitud presentada al Consejo se demuestra por el examen intrínseco de las obras y por el uso de las naciones más cultas de Europa. 1) Esta ínu– tilidad salta a la vista sobre todo si se consideran las Etimologías y las Dif,erencias, puesto que aún prescindiendo del progreso de estas cien– cias, 1a traducción castellana sobre ser casi imposible, sería positivamente ínútil , porque el español que conoce el latín no la necesita y el que no lo conoce perdería el tiempo aprendiendo et1mologías y sínónimos de una lengua que no puede usar. Por otra parte, la traducción no sería agradable porque o no se traducen los vocablos latinos y la lectura estaría llena de tropiezos; o se traducen y entonces la lectura acaso sería fácil y corriente pero ininteligible. 2) También serían inútiles las otras obras romanceadas: a) las históricas, porque su contenido se encuentra ya divulgado en otros libros en lengua vulgar; b) las dogmáticas y místicas, porque su doctrina por lo general es la misma de otros tratados en romance y en algún caso particular refleja algunos puntos de vista que no conviene divulgar en el pueblo ignorante o no preparado para comprenderlos; y por esta misma razón no conviene vulgarizar los comentarios escriturísticos, como •el Cantar de los Cantares. 3) Finalmente, se recuerda que ni siquiera los franceses se han persuadido de la utilidad de las traducciones en vulgar, pues ha– biendo vertido en su propia. lengua todos los clásicos latinos y griegos, no han hecho lo mismo con los Santos Padres, a no ser algún opúsculo 22. Se equivoca serrano y Sanz cuando afirma (art. cit., 387) que la Academia se opuso a la edición bilingüe o a la versión castellana «Y esto no por defectos que hubie– se en la traJdUCCiÓ!tl}>. 23. Comenta irónicamente Serrano y Sanz (art. cit., 388' : «La versión de las Eti– mologías fue condenada por una razón más pueril y caprichosa... CUaJqu'.e;:a pensaría con este luminoso informe de la Academia Española que las Etimologías eran wlgo así como el Diccionario de Roque Barcia, y no una enciclopedia de la ciencia en España a comienzos del siglo vn».

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