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PRINCIPIOS DE POLÍTICA ESPAÑOLA EN ANGEL GANIVET 7 ligiosa española del tiempo Y en esta hornacina vacía de su cato– licismo perdido colocó el positivismo, que era la religión y la filosofía de su tiempo. No quiere esto decir que fuese prosélito de la parodia religiosa de Comte, sino que abrazó el positivismo en muchas de sus conclusiones filosóficas y religiosas. Toda su obra literaria está mar– cada por este sello del positivismo; un positivismo que él define como un sistema que tiene la eYolución por ley nalural y el altruísmo por ley moral. Ninftún trazo más exacto y conciso de su mentalidad y df• su vida que esta definición del positivismo. En el presente artículo se expone el concepto ganivetiano ch! E'.s– paña. Por de pronto, dada su filiación positiYista, arenas si se puedr– esperar de él otra cosa que una definición descriptiva de la naciona– lidad española. Solamente en las Cartas finlandesas se propone incidental pero explícitamente la cuestión de la definición metafísica. Y la solución es por fuerza negatiYa, en buena parte, "porque en po– lítica todo 'sistema' es falso" y "la realidad es demasiado brlla para que se deje aprisionar en la estrechez de un cerebro" Este des– precio del "sistema" como explicación dr la realidad es una confir– mación más de su poco afecto por la especulación corno método de análisis. En cambio desarrolla, con más amplitud que lógica, la defi– nición descriptiva de la nacionalidad española: en gran parte del Ideario (7) apenas si hace otra cosa que describir los elementos cons– titutivos de España. Y esto es lo que se intenta exponer aquí: en un primer apartado se exponen los rlementos J)rimarios que, para Ga– nivet, son el territorio y la raza; en un sngundo apartado se exponen los elementos sncundarios; a saber: la religión y el arte. A modo de conclusión hago una aplicación de este concepto de España a la po– lítica-siempre según la mentalidad de Ganivrt--y destaco los prin– cipales influjos y errores de su doctrina. (4l Acerca de la posición de los del 98 ante la religión católica dice el P. ORO– MI, O. F. M.. que su desprecio se debió "no a la corrupción de costumbres. sino a una verdadera indigencia intelectual ...., El pensamiento filosófico de Unamuno. Madrid, 1943, pág. 48. Evidentemente, en el caso de Ganivet no influye solamente la "indigencia intelectual", sino, en buena parte, su vida y sus lecturas. Bastaría a cerciorarse de ello su obra Los trabajos de Pio Cid, de carácter biográfico. obra citada. t. II, págs. 7-586. En cambio coincide con el P. LAIN ENTRALGO, quien des– cribe así la posición espiritual de Ganivet: "Lo más personal de la postura religiosa de Ganivet, a quien el problema religioso preocupó sincera y hondamente. consiste en una suerte d-e misticismo deísta. entre escéptico, estoico y cristiano... La Gene– ración del noventa y ocho. Madrid, 1945, pág. 125. (5) Las Cartas finlandesas, o. c., t. I, págs. 605-809, las escribió durante su es– tancia en Helsingfors, entre los años 1895-98. (6) GANIVET, o. c.. t. I, pág. 627. (7) El Ideario está firmado en Helsingfors y lleva la fecha de 1896; es la obra más lograda de Ganivet.

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