BCCCAP00000000000000000000366

PRINCIPIOS DE POLÍTICA ESPAÑOLA EN ANGEL GANIVET 40 atraer nuestra atención y conquistar momcntfmeamente nuestra simpa– tía; pero su impresión no marcará una huella profunda en nuestra memoria; si la forma, es porque destaca su oposición a nuestro modo natural de ver las cosas. Una casa blanca, festoneada del verde de naranjos y adelfos, es, en Granada, una. obra de arte; trasladad este buadro al norte de Europa y "lo bello se transformará en caprichoso ante la irlea de que no es ya la Naturaleza la que obra, sino el bolsillo". Y es que "Pl esfuerzo ma– t0rial debe quedar siempre anulado por la concepción artística, y para conseguirlo en las obras de mucho aliento es necesario que éstas estén espiritualmente emparentadas con las pobres y humildes que nacen di'! natural sin Yiolencia, y que por esto son en cada pueblo las más 1 í picas" (i4íl). El paisaje no se embellece rompiendo bruscamente s·u línea esté– tica y natural, sino haciéndola resaltar; pnro siempre teniendo presen– !t• que lo que debe quedar en primer plano, evidenciado y valorado, es lo natural. "Lo que se debe hacer es compararlas mentalmente y Ver cómo la una puede ser completada por algo de la otra; de suerte que subsistiendo ambas para mayor variedad, agrado, distracción y ¡:roce de nuestros sentidos, se embellezcan con todas aquellas perfecciones íJUe concuerdan con su modo de ser natural y que son ilimitadas" (i50). Esta ley, que pudiéramos llamar de complementariedad, rs la que debe re 1 rnlar la arquitectura de las ciudades. (149) La doctrina escolástica sobre estética se puede compendiar en estos dos postulados: a) No hay estética sin un sujeto capaz de conocerla y sin una cua– lidad real en el objeto: ·'A doctrine of beauty stands or falls upen its interpretation of the source of esthetic experience-does this take its risé in the mind or in the env!ronment; ís beauty a product of mental activíty. or ít is inherent in externa! objects?'" L. CALLARAN, O. P.; A Theory of esthetic according to the principies of St. Thomas Aquinas. 2.• ed., Wáshington, 1947. pág. 24. •Tres son las respuestas a esta pregunta. y nosotros sólo aceptamos la tercera: "By sorne beauty is conceíved as exclusively objectíve, extramental, an attribute of things, a phy– sical fact; for others it is wholly subjective, a product of the mind, a psychic fact; while a third party attr1butes to beauty both an objective and a subjective aspect:·. Idem, o. c .. pág. 24. b) En el aspecto psicológico no basta el conocimiento sensitivo para percibir la belleza; se requiere principalmente el conocimiento intelectivo, aunque no pue– da ser un conocimiento exclusivamente intelectual: "Thus for Aquinas the essential element of esthetic actívity is the act of the intelligence. While the posterior and consecutive factor is had: in the complacence engendered by the activity of tbe perceptive faculties. In this simultaneous and cooperative action of the percep– tive and emotive facultles he finds the solution of psychological espect of tbe be11Utiful ... ~ Idem. o. c., pág. 29. c) En el aspecto objetivo las cualidades que adornan a todo objeto bello se pueden reducir a tres principales: "We think with St. Thomas tbat they are re• ducible to three: integrity, proportion of harmony, and splendor". Idem, o. c., pf.– gina 58. Claro está que estas cualidades o propiedades han de entenderse en el. significado filosófico que las entiende el Angélico y no en su significación usual. Comparando con la doctrina dé Ganivet, no hay dificultad en afirmar una cierta coincidencia en los dos primeros postulados. En el tercero difiere abiertamente. al menos en el caso de la estética urbana; para Ganivet, en la belleza de la ciudad entre la conducta del hombre. la armonía entre las construcciones y el paisaje; y como consecuencia de ésta, la espontaneidad, lo tipico y la economía. Pero el fondo filosófico de ambas teorías es diam.etralmente opuesto, si se tiene en cuenta el matiz panteísta del pensamiento de Ganivet (150) A. GANIVET, o. c., t. I, p!1g. 8

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz