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PRINCIPIOS DE POLÍTICA ESPAÑOLA EN ANGEL GANIVET 19 -------------- -----------------~-~-·----~~- si se considera su agrupación convencional. Las razas, en este senti– do, son núcleos naturales; no sociales, ni territoriales. De hecho casi nunca coinciden en los límites de una demarcación nacional. Ya se puede entender que el pueblo como parte integrante de la nacionalidad no equivale a la raza en su sentido antropológico. Con– cretamente ·' la raza ibero-insular, esparcida por el litoral medí lerrá– neo, puebla el Lemosín, el Perigord, el Angoumois y también España. el sur de Italia y las islas del J\fediierráneo" L 0 a casilla antropo– lógica es más amplia que nuestro territorio nacional; y la raza ih(\– rica no tiene vida social propia. J:<'rente a esta acepción que la ciencia de la antropología nos ofrpce de la raza está la descripción que la sociología nos da de "pueblo o nación". La sociología considera el pueblo o la nación y no las razas, precisamente porque éstas no son ni comunidades ni sociedades. La sociología les confiere, pues, la nota de unidad moral, la organiza– ción fiOCial y la existencia individual. En este sentido los antropólogos han llamado a las razas "agrupaciones naturales", mienlras que los pueblos y las naciones son "agrupaciones artificiales"; los primeros señalaban los distíntivos fisiológicos, y los segundos las institucio'hes que dependen de la "industria" humana; v. gr.: la política (5i). La etnología presenta otra vertiente interesante de estas agrupa– ciones humanas: es su relación con el medio, sus lazos con el territo– rio y las reacciones psicológicas que resultan de esla comunión con el terruño. Así nos describe a los pueblos en sus manifestaciones hu– manas y sociales (52). Aún queremos señalar, para clarificar más el significado de ·' la raza" corno constitutivo de la nacionalidad, la idea que encierra este concepto en el uso ordinario. Y esto nos lo da el diccionario, que de– fine al pueblo como "el conjunto de personas dP un lugar, rPgion o país"; nada dice de sus manifestaciones sociales, dPl influjo qw• el territorio ha ejercido en sus almas. "Raza", en cambio, es "la casta o calidad del origen o linaje"; abarca algo más que la antropología, porque sobre los caracteres fisiológicos hereditarios considera las cua– lidades morales heredadas; dice también algo más que la etnología porque ésta descuida la anatomía y el cruce de sangre de diferentes pueblos, que determinan la personalidad de cada una de las nacio– nes. De esta simbiosis de antropología y de etnología, de sangre y de espíritu, resulta la idea de la raza como constitutiva de la nac10na– lidad en el pensamiento ¡ranivetiano: es la casta o calidad del orig-en o linaje sobrepuestos a la población de la Península Ibérica. h) La raza ihérica La primera acepción de raza que da el diccionario de la Academia es la de "casta o calidad de origen o linaje"; contiene esta definición dos pensamientos asociados: el de herencia y el de comportamiento social. EntPndida así la raza, sería el patrimonio Pspiritual que he- (50) J, T. DELOS, e, e,, t, I, pág_ 42, (51) Idem, o, e,, t, I, pá.g, 43, en la n. 6, (52) P, SCO'ITI. Etnología, Milano, 1941. pág_ 2,
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