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LA MUJER EN EL FRANCISCANISMO, HOY 489 d) La fraternidad seglar Los distintos planos de la promoción de la mujer como persona son la familia, el trabajo, el hogar, la sociedad y la Iglesia. Muchas mujeres han encontrado un marco de su realización en cuanto personas y en cuanto cristianas en las Hermandades de Terciarios o Fraternidades Seglares. Señalábamos ya al princnpio de estas líneas que son más de un mi– llón las mujeres que pertenecen a la Orden Tercera de San Francisco, dividida en infinidad de Fraternidades seglares. Algunas de estas fra– ternidades carecen de verdadera vitalidad franciscana y compromiso cris– tiano. Es un gran problema éste de la renovación de las Ordenes Terceras. Cierto que las Hermandades han sido gobernadas y dirigidas por Her– manos y Hermanas, en pie de igualdad, si bien instrumentalizados todos por los Asistentes de la Primera Orden, y que en las mismas se ha res– petado por igual el derecho de la mujer y del hombre. Pero es necesario dar nuevos pasos adelante y poner en manos de la mujer terciaria la res– ponsabilidad de la marcha de las Hermandades o Fraternidades y del compromiso evangélico. El porvenir de las Fraternidades Seglares puede depender de la aceptación de los cargos de dirección por las mujeres cé– libes, cuya vocación de entrega es tan necesaria en la Iglesia de hoy. En esto nos gustaría que hubiera sinceridad por parte del hombre y concretamente del Hermano Terciario quien en modo alguno debe en– tregar los cargos de dirección a la mujer para tomar él otros de más re– lieve o que signifiquen dominio del hombre sobre la mujer. También pe– diríamos a las mujeres terciarias o Hermanas franciscanas que, al tomar una función de dirección y servicio en la Fraternidad seglar, lo hagan considerando que ésta necesita que no toda ella esté configurada a la ima– gen del hombre, sino también de la mujer y a quienes el Señor hizo a su imagen, y para que en sublime complementariedad prolongaran esa misma imagen del Redentor. Y antes de terminar, un sencillo dato histórico muy reciente. El Ca– pítulo General extraordinario de los Hermanos Menores Capuchinos, cele– brado en septiembre y octubre del pasado año de 1974, llevó al aula capitular una Hermana Terciaria para que mentalizara e informara a los Capitulares sobre la necesidad de presentar y vivir el carisma franciscano en su auténtica versión: hombres y mujeres consagrados por los votos

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