BCCCAP00000000000000000000363

LA MUJER EN EL FRANCISCANISMO, HOY 485 mayor realidad la vivencia evangélica. Esta vivencia a realizar es un pro– grama que debe hacer propio el mundo femenino franciscano. Señalamos algunos puntos que consideramos más actuales. a) El apostolado entre las mujeres Se ha afirmado que, en Francia al menos, la disminución de la prác– tica religiosa es mucho mayor entre las muchachas que entre los mucha– chos. Algunos atribuyen parte del desinterés de las mujeres por la Iglesia al no poder tener responsabilidad dentro de una Institución que las utiliza, pero no las reconoce demasiado. «Si la Iglesia no da una respuesta a las mujeres, las perderá lo mismo que perdió a la clase obrera», parece que dijo un obispo en el Concilio 11 • El mundo obrero ha sido el campo evangélico particularmente cultivado por el franciscanismo, como sector necesitado de una atención especial. Sería muy conforme con esta tradición el que un sector necesitado de particular cuidado evangélico, la mujer, atrajera la atención de la Hermana seguidora del Ideal de Francisco de Asís. Habría captado uno de los signos de los tiempos y habría puesto en línea de actualización todo un ideario de vida o carisma, cuya existencia se extiende a través de siete siglos. Por lo demás, la dedicación de la religiosa o terciaria seglar francis– cana al mundo de la mujer, no sería nada nuevo en la historia del Fran– ciscanismo. Infinidad de Hermanas franciscanas, empeñadas en realizar los valores del franciscanismo, se han enfrentado con insistencia genui– namente femenina, a las razones de prudencia calculadora de los hom– bres de la Iglesia y se han consagrado al servicio y evangelización de la mujer, fundando toda clase de instituciones benéfico-docentes y saliendo en busca de la mujer empleada en los trabajos del hogar o en los de la fábrica y oficina. La franciscana se ha significado por su esfuerzo en preparar a la mujer para los cambios, para defender sus derechos y para situarla en pie de igualdad en el matrimonio. Como Jesús ha querido transformar una concepción. Será también su tarea del futuro, porque es esta una de las tareas de la Iglesia. 11 URSEL, O. d., La mujer en el ministerio, en Cuadernos franciscanos de renovación 8 (1975) 102.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz