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(24) CARLOS DE VILLAPADIERNA los judaizantes (gálatas) como de los judíos (romanos) y con relación al libertinísmo tanto de los paganos (romanos) como de los entusiastas corin– tios ("todo es lícito"). 39 Uno de los principales problemas que ha originado gran confusión en el estudio de la doctrina paulina es la inadecuáda defini– ción que se ha dado de la fe. Toda definición que no haga justicia al concepto de obediencia es inaceptable. Y esta obediencia consiste en so– meterse a las exigencias vitales y existenciales del mensaje de Cristo: "obe– decer de corazón a la norma de la doctrina a la cual fuisteis confiados", como se afirma en la carta a los romanos (6, 17). De la liberación de la ley sólo puede hablarse con referencia al nuevo ser en Cristo, que a su vez significa un nuevo orden, una nueva creación. Textos claros y programá– ticos son: "Nada importa ser circuncidado o incircunciso, sino la observan– cia de los mandamientos de Dios" (1 Co 7,19). "Quien está en Cristo es una creatura nueva" (2 Co 5,17). "Porque en Cristo Jesús, ni la circunci– sión vale algo, ni la incircuncisión, sino la fe que actúa por el amor" (Gl 5,6). "Porque ni la circuncisión es algo, ni la incircuncisión, sino una nueva creación" (Gl 6,15). Lo que cuenta para Pablo es que se cumpla el evangelio. La nueva creación, la criatura nueva significa para él una nueva vida de fe realizada a través del amor y el cumplimiento de la voluntad divina expresada en los mandamientos. De este nuevo ser del cristiano brota como consecuencia necesaria un nuevo obrar. No obstante, cuando en romanos 8,4 se habla del "cumplimiento de la justicia prescrita por la ley por parte de quienes andan según el espíritu", no se sanciona globalmente todo lo ordenado por la ley. Se trata de un cumplimiento selectivo y contrastado. Para que el Antiguo Testamento y sus preceptos se conviertan en norma de comporta– miento cristiano tienen que hacerse primero "ley de Cristo". Lo mismo debe afirmarse de los elementos tomados de la ética antigua y ambiental reflejada en los diversos "catálogos", bien de deberes domésticos, bien de vicios y virtudes. Todo aquello, pues, que no encaja en la realidad nueva que implica la "ley de Cristo" ha caducado definitivamente. 40 Esto quiere decir que el punto de arranque, el fundamento ontológico de la ética paulina es el acontecimiento salvífica escatológico de la muerte y resurrección de Jesús, que no sólo justifica y reconcilia, sino 39 H. CoNZELMANN. ob.cit.. 286. 40 P. RossAN0. L'idea!e del bello (kalos) ne!l'etica di S. Paolo. en "Studiorum paulinorum congressu intemationalis catholicus 1961, Romae 1963, 373-382. P. DEU!AYE. les quatre forces de la vie mora/e d"apri!s S. Paul ei S. Tlwmas, Louvain-La Neuve 1983. F. PASTOR RAMOS. la ética pau/ina. El .fímdamemo de la moral cristiana según S. Pablo, Moralia 6 (1984) 129-144. W. SCllRAGE. Ob.cit., 253. R.B. HAYS. Chrisro/ogy and Ethics in Galatians: T71e Law 11l Christ, CBQ 49 (1987) 268-290. 36