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(12) CARLOS DE VILLAPADIERNA absoluta con validez incondicional, independiente del tiempo y de la histo– ria. De ahora en adelante vivirá en una misteriosa región, fuera de la historia, y allí servirá a su Dios. De este modo se privó para siempre de la solidaridad con los otros pueblos. Sólo cuando Israel comenzó a concebir la torá como "ley", sólo entonces apareció el judaísmo. 18 Como conse– cuencia, la ley se convierte para los rabinos en una especie de sucedáneo de Dios, en mera prescripción que actúa mágicamente. Dios es el alejado y distante; la ley, en cambio, se halla en el seno de la comunidad. Los responsables de ésta la manipulan, la interpretan y la aplican, erigiéndose en "vicarios de Dios". 19 Basta con cumplir la prescripción para ser un hombre justo. Así la ley se convierte en puro esfuerzo humano(= obras de la ley). Por tanto, la salvación no es un don gratuito del amor, sino exigen– cia del esfuerzo humano. Jesús, al dirigirse a los pecadores y publicanos, y Pablo, en su obra misionera entre los gentiles, rompen las barreras de las obras y de los pretendidos privilegios. Para Pablo, la salvación, la gracia o la vida divina es un don gratuito del amor de Dios y nos llega por la fe en Cristo, no por la raza o la sangre, no por el culto o el cumplimiento de la ley (Rm 1, 16-17). Por tanto, la justificación mediante la fe sola equivale a la justificación por gracia; a la antítesis ley/fe corresponde la de fe/gracia. 20 En tercer lugar, Pablo se refiere a la ley en general y a cualquier prescrip– ción moral. En los capítulos 1-3 de romanos habla de la identidad del contenido de la ley, tanto para los judíos como para los paganos, de acuerdo con el cual pueden orientar sus propias vidas. Sólo cambia el cómo ha sido revelada esta ley: a los judíos se les ha manifestado en las tablas del Decálogo; a los paganos, a través de la norma escrita en sus corazones. De este modo el apóstol polemiza contra la concepción judía, según la cual la ley es un privilegio del que puede gloriarse en exclusiva el judío (Rm 2, l 7ss) y, por consiguiente, el juicio alcanzará sólo a los paganos (Rm 1,32; 2,lss). Tampoco pone en duda la elección de Israel y los dones salvíficos que le han sido otorgados (Rm 9,4s; 11,ls). Cuando Pablo habla de transgresiones de la ley se refiere, sobre todo, a transgresiones de orden moral (Rm 2, 13-29; 7,7) e identifica el contenido de la ley con el bien simplemente (Rm 7,22). Se tergiversa la doctrina paulina de la justificación cuando se interpreta la tesis del apóstol de que nadie se justifica por la ley o por las obras de la ley, en el sentido de que para la justificación ante Dios no basta la observancia de las prescripciones rituales de la antigua ley, sino que hay que observar la ley moral. No, la tesis del apóstol va mucho más 18 Ob. cit. 1, 130-131. l'J J.M.ª GoNZALrz RL•rz. ob.cit. 256. 20 G. BARllAGLio. ob. cit., 194. 24

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