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DEL AMOR Y SUS ASPECTOS ÉTICOS 15 vamente como honesto. El "amor usus" se desdobla en los amo– res de continuo, de honesto -no en el significado de bueno moral– mente. sino de conveniencia temporal- y de cómodo, que puede también dividirse en gratuito, debido y mixto. Sobre todo es una forma característica del amor en el sistema bonaventuriano el amor liberal, que busca el bien común y es el fundamento del influjo y valor social que puede tener el amor. Este amor liberal tiene especialmente capital importancia para ex– plicar las obras divinas, tanto en su vida íntima corno en sus ma– nifestaciones ad extra; es el auténtico amor puro (2 5). Los demás afectos ya dijimos que son formas indirectas del amor, y proceden inmediatamente las que se dirigen al bien y me– diatamente las que tienen como término algún mal físico. Pero de manera que aun éstas en rigor procedan del amor. Lo que puede afirmarse del mismo temor: "Omnis timor ortum l1abet ab amo– re; nullus enim timet aliquid perdere nisi quia amat illud" Y esto vale para vicios y virtudes. En última instancia. todas las formas amoroc;as, que hemos concentrado psicológicamente en el amor ele lo útil y lo honesto, se reducen mejor desde el punto de vista ético al "eros" y a la "agape". El "eros" es el "amor naturae", un conato espontáneo que tiende a salirse de sí mismo para buscar algo en que perfec– cionarse; es el amor sumamente ético. La "agape" es el amor prr– sonal, que se otorga por liberalidad y es. por consiguiente, una sa– lida de sí mismo para darse liberalmente. mediante la donación o la que lleva consigo la del ser. Y éste es el amor esencialmente teológico. Pero ambos amores se unen en el corazón humano en unidad dramática que propone graves problemas a la ética. c) El deseo '.\' otras características.-EI impulso del "eros" tiene una manifrstación psicológica muy expresiva en el deseo. La ascética y la moral deben fundarse, al rroponernos doctrina so– bre el sohre el postulado de que el deseo no tiene razón de ser en sí mismo. sino que está en función de medio expresivo del amor. Esta instrnmentalidad esencial del deseo nos manifiesta al amor en su aspecto más dinámico y advierte a la conciencia indi– vidual el tipo de amor que la domina. su oculta finalidad y las complicaciones éticas que lleva consigo. Amar es desear que algo viva; odiar, rlesear que algo muera: una persona, una yÍrtud, una institución ... , y ambos actos imponen 12!'\í I Sent., el. JO, a. l, q. 3, acl 4 11, Hlíll. Cfr. I 8ent., cL .¡,,, a. l. q. l, r. 6 (I, 79Hl. (~6) Breu., p. Ill, c. 9, n. .\ (V, 238; P<liC,, B. A. c., I, 316\.

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