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:266 ISIDORO DE VILLAPADJERNA gravámenes pecu111anos de otros súbditosn 12 • El nuncio se disponía dactar las circulares a los obispos y prelados ((nullius)) haciéndoles su posesión de facultades extraordinarias y la autorización obtenid: Gobierno, pero el avance de los franceses sobre Madrid obligó a la J Central y al cuerpo diplom:ítico a abandonar apresuradamente Arat el r. º de diciembre, en busca de un lugar más seguro. El nuncio se refugió en Puerto de Santa María (Sevilla), mante. do el contacto y buena inteligencia con la Junta Central, instalada vez en Sevilla. De,graciadamente el 30 de diciembre moría el Cond Floridablanca, dejando sumida aquella complicada Junta de treinta y vocales en la inseguridad política y en la lucha de partidos de tende. innovadoras. En Puerto de Santa 1\1aría había buscado también ref el cardenal primado, don Luis María de Borb<Jn. Pronto estalló el flicto entre ambas jerarquías en torno a las facultades extraordinaria.• nuncio; conflicto manejado solapadamente por la camarilla de dé: jansenistas que se insinuaban en las decisiones del Gobierno y en la cillería del cardenal, de cuya voluntad era árbitro su secretario Ern canónigo sevillano de ((má~im:1s modernas)). Antes de que el nuncio pudiera comunicar al episcopado las cin res proyectadas, el cardenal dirigió como Primado, el 25 de enero de r una carta a los obispos del sur (1ue se hallaban en territorio libre, cot dndoles sobre el modo de proveer a las necesidades espirituales de fieles durante la incomunicación con la Santa Sede 13 • Pendiente aú1 las respuestas recibe el cardenal una Real Orden de la Junta Central, macla por el secretario general 1'v1artín de Garay, para que propusiera acuerdo con los obispos, «el mejor modo de dar curso a las dispensas frimoniales y dem;Ís casos de las reservas hasta tanto que Su Santi, recobrando su libertad, pudiese continuar en el uso de las facultades ha ejercido y nunca le disputarán los prelados españoles)). El cardenal pondió a la Central pidiendo una «declaración formal)) de la incom cación con Roma, y que, en el caso de hallarse el nuncio con las f3 tades apostólicas extraorélinarias que piden las críticas circunsfancias 12 Arch. Vat., Arch. Nunziatma di Ñfadrid, 232, original. 13 El cardenal en nota de 14 de abril al nuncio dice haber hech consulta a los obispos «pero sin manifestar ni aún insinuar mi modo pensar sobre el estado de cosas)). El nuncio en su Ñfemoria de 1814 af que el cardenal primado en su circular hada saber a los obispos que lkgado el momento de hacer uso de las facultades nativas, y que avan ya la certeza de no hallarse el nuncio debidamente autorizado.

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