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Conflicto entre el Cardenal Primado y el Nuncio Monseñor Gravina en 1809-1814 PoR ISIDORO DE VILLAPADIERNA, O. F. M. CAP, Con la Real Orden de 29 de marzo de 1800, que derogaba el decreto, cismático de 5 de septiembre del año anterior, Carlos IV hacía volver ((el orden y régimen de los asuntos eclesiásticos al mismo pie)) en que se hallaban antes de la muerte de Pío VI. En consecuencia seguiría impe– rando y conspirando en la políf.ica eclesiástica española el jansenismo jurisdiccionalista, aliado con el endémico regalismo de nuestra Corte, y empeñados ambos en sustraer la Iglesia de España al primado de Roma en nombre del restablecimiento de la ((antigua disciplina)), El núcleo del programa jansenista era la restitución total de las facultades ((nativas)) a los obispos, especialmente en las dispensas matrimoniales y í1ltimas ape– laciones de las causas eclesiásticas. La campaña fué agitada principalmeóte en el trienio 1797-1799: y obtuvo un efímero triunfo con el citado decreto· de 5 de septiembre, obra del ministro de Estado don l'víariano Luis de Urquijo, auxiliado por don José Antonio Caballero, ministro de Gracia y Justicia 1 . En la nueva fase de la lucha antipontificia emprendida en 1800, el objetivo inmediato era la separación de las Ordenes religiosas --princi– pales mantenedoras de la autoridad y centralismo de la Santa Sede- de sus superiores de Roma, dodndolas de superiores mayores nacionales, 1 Véase una exposición sucmta de eota cuesti6n, basada en documentos inéditos, en nuestro arciculo El jansenismo español y las Cortes de Cádiz, en «Analecta Grcgorianall, 71 (Roma, 1954), p. 2-77 ss. Cf. C.~RLOs E. CmwN.\ B.\RA– TECH, José Ni'-colás de Azara. Un embajador e.9,pañol en Roma (Zaragoza, 1948), páginas 236-237, 258, 417-419.