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64 VILLANCICO PARA SUDAFRICA STA es la Virgen de la Navidad africana misteriosa, hierática y tiernamente humana. Esta es la Señora de las selvas y las fuentes que apacigua leopardos y tigres y serpientes. Virgen, ébano vivo, que el mal nunca mordió. Madre, tierra impisada, donde Dios floreció. En tus labios carnosos, Virgen sudafricana, tienes la savia del cocotero y la banana. Nuestra luna fecunda se derrama en tu cara y el arco de tus cejas a todos nos ampara. Combaste el cielo. Dios y mujer hicieron lazos, vegetal y divina con el misterio en brazos. Sea tu Hijo-Dios al Africa bienvenido, que no sufra el látigo del esclavo oprimido. Un tam-tam inefable es la selva, el torrente que convoca a la danza a la tribu inocente por el Dios "africano", carne de negra moza que desciende al bohío, al maizal y a la choza. Bailen los pies desnudos, de la maraca al viento, y escriban en el polvo el "negro Nacimiento". Por el Dios que es esclavo, ya no hay esclavitud ni pobreza; la pobreza-riqueza es Jesús.
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