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"FERMIN DE MIEZA, sacerdote, franciscano-capu– chino, escritor, publicista y poeta, es hombre de una pie– za, lleno de sensibilidad y ternura. Espíritu fuerte, en su fragilidad deliciosamente dura, que ha sabido comple tar su servicio a Dios en el cuidado ardoroso y apasiona– do por todos sus hombres. "Los ojos del poeta -reconoce Fr. Vicente Muñiz, ca– tedrático presentador del apretado haz de versos y poe· mas del primer libro de 'Trilogía Poética", " ... Y lasco sas me hablaron", del P. Mieza- intuyen profundidades invisibles, vedadas a los ojos vulgar!fs y miopes de 101 demás hombres. Y resuena en su alma la voz de lo inefa– ble, callada durante siglos, existente en toda creatura". La lectura del libro me ha llenado de gozo, alcanzan– do esos rincones donde el alma se hace niña para pala– dear la inocencia. Son las cosas de Dios, la gaviota, el chopo, las abejas, los olivos, las ciudades quienes encar– nan los sentimientos del poeta para descifrar su mensa– je de equilibrios y sosiegos. Hay reminiscencias de vien– tos redondos en la cadencia del ritmo creador. Delicado regalo el libro que comento. Intimidades compartidas en las alargadas tardes. Versos para repetir, para asomarse a contemplar el alma repleta de sensacio– nes, apetencias y deseos de perfecciones". J. A . MARTINEZ SEVILLA "La Voz de Galicia" "El poeta, P. MIEZA, participa de ese doble don de sensibilidad artística y de observación poética de las cosas que le rodean, por eso sus libros se leen con emo– ción, se releen con reflexión y se colocan en lugar preferible de la mesa de estudio o de la mesilla de noche, para poder, de cuando en cuando, abrirlos y leer una de sus bellas composiciones. iQué tiene el P. MIEZA que sabe transmitirlo en sus versos? El lector haga la prueba, verá que es ese "algo" el que todos sentimos en lo más hondo del_ser y que plasmaríamos en el papel, si fuéramos poetas' ~ P. S. de ZORITA, en '!El Mensajero Seráfico"